“Cerramos la lechería después de 30 años, no aguanté más” – Notas – Ahora país – .

“Cerramos la lechería después de 30 años, no aguanté más” – Notas – Ahora país – .
“Cerramos la lechería después de 30 años, no aguanté más” – Notas – Ahora país – .

La fuerte crisis económica que continuó la pandemia provocó que muchas empresas familiares cerraran sus puertas. En este caso se trata de una lechería familiar que contaba con 30 años de trayectoria.

Alejandra Vadino, productora lechera que recientemente decidió cerrar su tambo familiar debido a la crisis económica, en diálogo con Cadena 3, compartió su historia. “Es realmente muy difícil. No es sólo ahora, sino hace mucho tiempo que uno ha caído más que levantado. Y, sinceramente, no pude soportarlo más”, confesó.

El negocio lácteo llevaba tres décadas funcionando y fue fundado por el suegro de Alejandra. Pero años de lucha contra las dificultades económicas y climáticas han llevado a la familia a tomar esta dolorosa decisión.

Alejandra describió cómo estaba recortando costos para mantener el negocio a flote: “Estás recortando la ración porque estás dando otra ración más barata porque no puedes. Vendes una parte de los animales para llegar allí”. Pero llegó un punto en que dijo: “Ya está y bueno, no queda otra”.

También comentó la disparidad entre lo que reciben los productores de leche por su producto y los precios finales al consumidor: “Sé lo que hay detrás de un litro de leche, pero de ahí hasta que llego al mostrador, no sé qué pasa en el centro.” “. Según ella, cada litro se vendía a 330 pesos argentinos.

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Tambo Don Pedro: Un legado familiar perdido

La lechería Don Pedro era un pequeño negocio familiar, que Alejandra decidió mantener ese tamaño por decisión propia. “Yo siempre supe lo que era la lechería, más o menos, por eso ahora ya no vendí, llevamos 40 años así”, comentó.

Alejandra lamenta el cierre de muchas pequeñas granjas lecheras en Argentina y teme que el país acabe importando leche. “Desafortunadamente, eso es lo que me duele. Lo vi cerrar, el de al lado cerró, mi vecino cerró, el otro cerró y un día me tocó a mí”, dijo.

Aunque parte de las vacas podrían alquilarse a otra lechería, Alejandra todavía busca qué hacer tras el cierre del negocio familiar. “Es muy difícil. Me levanto y digo: ¿Y ahora qué? Algo que digo es que ella va a aparecer”, dijo.

Entrevista “Ahora País”.

 
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