Mataron a puñaladas a un joven, atacaron a balazos una casa y quemaron otra – Notas – Casos – .

Mataron a puñaladas a un joven, atacaron a balazos una casa y quemaron otra – Notas – Casos – .
Mataron a puñaladas a un joven, atacaron a balazos una casa y quemaron otra – Notas – Casos – .

“Como siempre”. El sentimiento, casi de impotencia, terminó convirtiéndose en una síntesis brutal de estos tiempos en algunos barrios de la ciudad de Córdoba. El reloj aún no había dado la medianoche del domingo y un alto comisario de policía ya sabía que el amanecer lo encontraría allí, en pleno barrio de Yapeyú, uno de los confines críticos de Córdoba Capital.

Un sector ubicado a tiro de piedra de la Costanera donde la venta de drogas contamina desde hace mucho tiempo toda la dinámica social. El barrio donde una vecina, Mónica Torres, se convirtió en un caso testigo sobre el avance de grupos violentos que terminan dominando el territorio.

Mónica fue la “testigo desprotegida”: en 2010 se atrevió a denunciar a quienes vendían droga cerca de su casa; Estaba cansada, tanto de los consumidores que le robaban para comprar cocaína como de ver a los niños que empezaban a drogarse temprano, ante una oferta tan simple.

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Aquella denuncia acabó siendo su propia cárcel: mientras los narcotraficantes permanecían libres y la amenazaban, Mónica tuvo que vivir encerrada en su casa, con custodia policial permanente. Hasta que tres años después vendió su casa a un precio inferior y huyó a Bialet Massé. Todas las noches, a través de Facebook, Mónica observaba impotente cómo aquellos narcotraficantes a los que había denunciado seguían disfrutando de la buena vida.

“Ella sólo quería justicia. Una justicia que nunca llegó. Una justicia que lamentablemente no funciona en este lugar. Eso sólo funciona a favor del delincuente y en contra del ciudadano común (…). Vivíamos en una bomba de tiempo con custodia y encerrados como si hubiéramos hecho algo malo”, denunció su hija tras su muerte en 2016.

Y recalcó: “No digan que murió por el estrés y la molestia que le causaron esos delincuentes (…). No recibimos ayuda del Gobierno. Ninguna casa. Sin subsidio. Lo único que hizo el Gobierno fue poner un mampara que decía “Nos ayudó cuando realmente era un circo (…). Pasó los últimos años de su vida haciendo lo que más le gustaba: sus animales y sus plantas”.

La lucha de Mónica, casi una década y media después, parecía haber sido en vano. Sólo como una lección de lo solos que se sienten los vecinos que se atreven a vivir en los barrios. Yapeyú siguió su propio rumbo social: la venta de todo tipo de drogas nunca disminuyó, sino todo lo contrario. Las bandas cada vez más poderosas, con tentáculos en los bares bravos y en los sindicatos, se hicieron cada vez más amplias.

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Es en ese contexto que en las últimas horas se reportó un nuevo homicidio en ese sector. Un crimen que desató una espiral violenta que ya ni siquiera sorprende a policías ni investigadores judiciales. “Los de siempre”, una frase que destila impotencia. Y harto.

Según información oficial, minutos después de las 20 del domingo, cuando Córdoba aún llevaba los ecos del superclásico entre Boca y River, un joven desesperado llegó a la guardia del Hospital de Córdoba. En su auto llevaba a su hermano, Axel Gómez (25), quien resultó gravemente herido.

Allí, en medio de los gritos, dijo que lo habían apuñalado en la esquina de Sanavirones y Sierras Grandes, a menos de 200 metros de la casa que alguna vez fue dueña de Mónica Torres.

El esfuerzo de los médicos no fue suficiente: Gómez falleció poco después de ser ingresado en cuidados intensivos.

Su nombre pasó a encabezar un expediente de homicidio en la fiscalía que conduce Silvana Fernández. Pronto, los investigadores policiales ya tuvieron pistas concretas sobre lo sucedido. Una discusión entre Gómez y una pareja que terminó de la peor manera. Gritos, golpes y, al final, un cuchillo.

Los sospechosos fueron localizados y detenidos minutos después, mientras caminaban por el barrio San Vicente. Tiene 22 años, es conocido con el sobrenombre de “Cara de Gatito” y en esa zona de Yapeyú los vecinos hablan desde hace tiempo de sus fechorías. El cuchillo utilizado aún no ha sido encontrado.

Pero nada terminó en ese momento, con las capturas.

Un grupo de individuos que serían cercanos a la víctima fatal atacaron al menos dos viviendas entre la noche del domingo y la madrugada del lunes que estarían relacionadas con familiares de “Kitten Face” y su pareja.

Frente a una casa de la cuadra 94 de Ampliación Yapeyú alguien disparó varias veces.

Y en la calle Cochuna 70, en la misma zona, los agresores prendieron fuego directamente a una vivienda. El trabajo de los grupos de choque de Bomberos y Policía fue arduo para contener las llamas y dispersar a quienes buscaban tomar represalias. Los daños en esa casa fueron más que importantes: una habitación quedó completamente quemada y corría riesgo de derrumbarse.

Hasta el momento no se han realizado arrestos por estos dos ataques.

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