El presidente argentino siente el peso de la realidad frente a sus promesas.

El presidente argentino siente el peso de la realidad frente a sus promesas.
El presidente argentino siente el peso de la realidad frente a sus promesas.

El presidente argentino, Javier Milei, cerró este viernes el foro Llao Llao, el cónclave empresarial más exclusivo de Argentina, que se reúne cada año entre las montañas patagónicas de la ciudad de Bariloche. Su clásica arenga contra el Estado no fue noticia -“Quienes tienen el poder de hacer avanzar a la Argentina son los empresarios, no un político”, dijo a los dueños de las principales empresas del país-, ni las protestas que lo esperaban en los locales. aeropuerto cuando llegó el jueves por la noche, sino un aspecto formal del viaje. Milei, que se había acostumbrado a volar en aerolíneas comerciales, debutó este viernes como uno de esos presidentes que viaja en su propia flota aérea.

De camino a Roma, Tel Aviv, Miami o Nueva York, la oficina del presidente se había acostumbrado a difundir vídeos de Milei abrazando a los pasajeros, sonriendo con las azafatas de vuelo o haciendo cola en el preembarque. Ya no sucederá más. El Gobierno ha anunciado esta semana que, por motivos de seguridad, Milei ya no viajará en rutas comerciales y utilizará la flota de aviones de la Fuerza Aérea Argentina. Su viaje inaugural este viernes en el jet presidencial Tango 11 ha sido el último paso atrás en una semana que ha pillado al Gobierno argentino dando marcha atrás en varios frentes.

“Argentina se encuentra en una etapa de austeridad. No hay dinero, pero hay que cuidar al presidente”, justificó este martes la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, alerta porque el “compromiso inquebrantable” que Milei había prometido a Israel frente a sus conflictos podría amenazarla. seguridad. Días antes, mientras Irán lanzaba cientos de misiles hacia Israel, el presidente argentino suspendía un viaje de Estados Unidos a Dinamarca para regresar a Buenos Aires a constituir un comité de crisis sobre el asunto.

El domingo por la noche, mientras los argentinos se iban a dormir, los ocho ministros y el presidente se reunieron en una reunión de emergencia para “seguir de cerca los acontecimientos” en Medio Oriente, como detalló luego el despacho presidencial. El Gobierno argentino insiste en presentarse, junto a Estados Unidos e Israel, como un pilar de “Occidente” y “del mundo libre”, pero el comité no volvió a reunirse.

Esa no fue, en cualquier caso, la única medida desproporcionada del Gobierno argentino ante la guerra en Gaza y la escalada del conflicto entre Irán e Israel. El martes, mientras Bullrich defendía las medidas de seguridad en diversas entrevistas televisivas, el ministro reveló que la milicia Hezbollah opera en el norte de Chile, y que Argentina debe estar alerta debido al historial de atentados terroristas sufridos a mediados de los noventa que declaró la Justicia. apenas la semana pasada, como un crimen contra la humanidad promovido desde Irán.

El presidente chileno, Gabriel Boric, pidió pruebas: “Si una autoridad de otro país tenía antecedentes de actividades ilegales en el nuestro, lo que corresponde es plantearlo a través de la diplomacia, no a través de la prensa”, denunció Boric al emitir un comunicado en el que el Ministerio de Seguridad argentino pidió disculpas. “El Ministro Bullrich aclaró que estas observaciones fueron hechas en el contexto de un análisis regional”, dice el comunicado, “no con la intención de generar miedo o alarma en Chile”. “Aceptamos disculpas y damos por terminado el asunto”, respondió el presidente chileno.

El Gobierno argentino se salvó de un nuevo conflicto diplomático mientras intentaba controlar otros frentes dentro del país. El más encarnizado es contra las aseguradoras médicas privadas, a las que benefició a finales de diciembre permitiéndoles fijar libremente sus precios y a las que ahora exige que reduzcan las subidas que, desde entonces, han llegado hasta el 150%, el triple de la inflación acumulada. tasa. en los primeros tres meses de este año.

Milei, que cuando presentó el decreto que liberalizó las tarifas de la medicina privada culpó a los políticos de “imponer controles de precios” que “vulneran la libertad y los derechos de propiedad de los argentinos, ahora exige que las empresas de medicina prepaga vuelvan a la tarifa de diciembre y que vinculen sus aumentos a inflación para los próximos seis meses. Desde el Ministerio de Sanidad, el Gobierno ha presentado amparo judicial contra 18 empresas para que devuelvan las subidas “abusivas” y ha pedido que sean investigadas por presunta cartelización para coordinar subidas de precios.

En el mismo decreto de diciembre, el primer gran caso de Milei contra el Estado, el Gobierno dedicó unos 14 puntos a la liberalización del Registro Automotor. El entonces flamante presidente quería eliminar “etapas innecesarias y costes absolutamente desproporcionados” en la compra y venta de vehículos, pero este martes el Boletín Oficial habilitó subidas de hasta el 320% en las tarifas de transferencia de vehículos. El ministro de Justicia, que firmó la resolución, acabó dando marcha atrás ese mismo día ante las críticas. “Después de reevaluar la situación, hemos decidido dejar sin efecto dos resoluciones que fueron anunciadas hoy”, dijo Mariano Cúneo-Libarona. “Se suspende así el aumento de formularios e ingresos de los encargados de las matriculaciones de automóviles”.

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