“Cuánto os amamos… Qué felices éramos a pesar de esta cruel enfermedad. Tu misión fue cumplida, peleaste la batalla de la fe y recibirás una corona llena de estrellas para las miles y miles de personas que a lo largo de tu historia fueron bendecidas cuando tenías apenas 9 años”, fue la confirmación de la familia del muerte a tan temprana edad de la niña cañuelense Emily Pérez.
Desde muy pequeña enfrentó un cáncer de columna y movilizó a toda la ciudad de Cañuelas. La solidaridad de todos los vecinos fue asombrosa. E incluso contó con la participación de famosos y la colaboración de la Fundación Messi durante una de sus internaciones en Barcelona.
Él último informe médico era solitarioy sus padres emitieron un mensaje en redes sociales: “No hay nada que podamos hacer por ella. No la vamos a tocar más, nos mandaron a casa y rezamos”.
Hasta que Jesús regrese Bufalita
Cuanto te amamos…
Qué felices éramos a pesar de esta cruel enfermedad.
Tu misión fue cumplida, peleaste la batalla de la fe y recibirás una corona llena de estrellas para las miles y miles de personas que a lo largo de tu historia fueron bendecidas cuando tenías tan solo 9 años.
En tu sueño en España te despertaste antes de que Jesús te dijera tu nuevo nombre que tendrás en el Cielo.
¡Hoy cerraste los ojos hasta el día que escuches a Jesús pronunciar tu nombre!
Emily murió. Ya está durmiendo y descansando, esperando ese momento. Ella lo creía así porque eso es lo que dice la Biblia, su Palabra.
La muerte es solo como un sueño, quienes la atraviesan descansan en paz hasta la Segunda Venida de Jesús.
Ese mismo Jesús que dio su vida para asegurar vuestra salvación, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del Cielo y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Te amamos hija y Dios nos dio la fuerza para acompañarte hasta tu último aliento. Abriste tus ojos tan tiernos, inocentes y llenos de amor para mirar a mamá y a papá y descansar.
Descanse en paz un guerrero de la vida, que recorrió el camino del dolor y, a pesar de tantas batallas, siempre encontró la manera de regalarnos una sonrisa, de pensar y orar por los demás niños que también estaban luchando.
Hoy estamos en paz como familia. Anoche Julio te dio un último abrazo lleno de amor, Dariel te trajo hielo volando porque solo pensaba en ayudarte.
Intentamos viajes impensables, como intentar cruzar el mundo para daros siempre lo mejor y su Palabra que nos abraza en estos momentos de dolor nos recuerda las palabras de Jesucristo:
“El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
¡Queremos agradecerles desde el fondo de nuestro corazón por acompañarnos siempre con tanto amor y respeto!
¡Fue muy querida y espera conocer a todos en la Nueva Tierra!
