Córdoba no tiene mecanismo para prevenir la tortura en las cárceles

César Moreno, torturado y muerto en Bouwer, José Siacca, muerto tras no recibir atención médica en el MX1, Ezequiel Castro y Jonathan Romo, muertos tras ser detenidos en público y golpeados, una mujer que cumplía su condena muere en una ambulancia de peritonitis . Estas son algunas de las historias que retratan la situación que atraviesan los espacios de confinamiento en la provincia de Córdoba y que han sido denunciadas sistemáticamente desde hace más de un lustro por diferentes organizaciones, entre ellas, el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura.

En 2016, la Ley 26.827 creó el “Sistema Nacional para la Prevención de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes” y alentó a las provincias a crear o designar instituciones que cumplan las funciones de un mecanismo de prevención de la tortura. Córdoba es una de las siete provincias del país que no cuenta con un mecanismo local propio. CABA, Jujuy, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, Santa Cruz, Santiago del Estero, Tierra del Fuego y Tucumán sí lo tienen.

“Córdoba tarda en llevar esto a cabo. Esa deficiencia hace o produce los resultados de lo que estamos viendo. “Estos son problemas que no se están analizando ni resolviendo”, afirma. Inés Barreto, abogado, docente e investigador de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), criminólogo y miembro de la Red por los Derechos Humanos en el contexto de confinamiento Córdoba. Este espacio, integrado por organizaciones sociales, equipos de investigación y el Programa Universitario en Prisiones (PUC), comenzó a funcionar en 2023 y es el que plantea la creación urgente de este mecanismo.

La ley nacional fue creada en 2016 y ordenaba a las provincias crear o designar instituciones que cumplan las funciones de un mecanismo de prevención de la tortura.

“Una mirada desde un órgano externo sería útil para controlar y vigilar”

Según la Ley 26.827, el mecanismo local de prevención de la tortura debe estar integrado por organizaciones e instituciones de la sociedad civil que realicen tareas relacionadas con la situación de las personas privadas de libertad. Estos podrán acceder a información o documentación relacionada con los centros públicos y/o privados en los que se encuentran privadas de libertad en Córdoba, realizar visitas de inspección, entrevistar a personas privadas de libertad de forma individual o colectiva e incluso coordinar acciones de cooperación con entidades estatales. .

La cuestión es en qué condiciones se aloja a estas personas.. Disponemos de legislación suficiente para poder regular cómo debe llevarse a cabo una detención. Nuestro objetivo es que exista este mecanismo para que haya reducción del sufrimiento, daño y prevención de la tortura”, dice Barreto. La nueva mañana.

Y explica que abarca diferentes instituciones del Estado que deben ser revisadas: “Cuando hablamos de detenciones no solo estamos hablando de detención en el contexto del encierro, sino que precisamente cuando hablamos de esta prevención de la tortura estamos abarcando todos los lugares donde el Estado de alguna manera secuestra personas por diferentes motivos. Nos interesan los jóvenes que realizan tratamiento en el CPA, también en el Complejo Esperanza. “Son instituciones provinciales del Estado que dependen de distintas secretarías”.

Barreto: “Nuestro objetivo es que exista este mecanismo para que haya reducción del sufrimiento, daños y prevención de la tortura”.

“Todos estos universos están atravesados ​​por prácticas donde una mirada desde un organismo externo sería muy útil para controlar y monitorear lo que sucede en el interior y no dejar que la institución permanezca cerrada sobre sí misma. Tiene que haber órganos externos, deben ser porosos a la vista exterior para que sepamos lo que pasa ahí”, aclara. Esto implica, por ejemplo, saber con qué medicación tienen los espacios de reclusión o cuántos médicos hay, “no todo es que haya un número suficiente de personal de seguridad”.

Otra de las tareas de los mecanismos locales, luego de observaciones y visitas periódicas, es elaborar informes que se presentan, en este caso, a la Legislatura de Córdoba, también principal responsable de constituir esta legislación que falta en la provincia. “La Legislatura debe ejecutar esta ley, que ya estuvo en danza dos veces, pero nunca fue promulgado. Hay cierta inactividad en el sentido de no comprometerse a llevar a cabo este mecanismo”, indica el especialista.

“Las instituciones de seguridad se encerraron en sí mismas”

El presupuesto, el desinterés, las posiciones políticas y el papel del Poder Judicial son algunas de las razones que Barreto señala como causas del retraso en la constitución de este mecanismo.

“Durante la pandemia la UNC no pudo entrar con todos sus programas. Creo que arrastramos un problema desde ese momento donde las instituciones de seguridad se cerraron sobre sí mismas y no hubo opiniones externas. Y eso se puede observar claramente hoy”, dice, y agrega que “ponerse en marcha implica un presupuesto, hay que definir quién puede estar ahí”.

Respecto al Poder Judicial, Barreto menciona que son los jueces de Ejecución Penal quienes “Tienen que estar observando el sistema penitenciario provincial, la vida e integridad de esos presos”.

“Hay muchas instituciones estatales existentes y el problema es el desinterés y la falta de coordinación. Las instituciones no hacen la tarea como deberían, por eso también tenemos que exigir que exista el mecanismo local de prevención de la tortura”, afirma.

 
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