LA HABANA (AP) — El servicio público de pasajeros en Cuba transporta actualmente menos del 50% de los viajeros que transportaba hace cinco años, informó el jueves el ministro del sector, Eduardo Rodríguez Dávila.
Dávila reconoció durante un programa especial publicado en redes sociales y conducido por el presidente Miguel Díaz-Canel que el escenario es muy grave en el área de pasajeros y también en el de carga.
“Tenemos una situación difícil. Si hablamos del transporte de pasajeros, que es lo que afecta directamente a la población, estamos en uno de los peores momentos de los últimos años”, afirmó Dávila. “Hace cinco años en Cuba se transportaban diariamente unos 5,8 o 5,9 millones de pasajeros y hoy se transportan 2,7 millones”, añadió.
El funcionario admitió que la mitad de las rutas estatales “tienen inestabilidad”, una parte de los buses tienen problemas técnicos por falta de repuestos y repuestos y otra no tiene combustible para trasladarse.
En cuanto al transporte de carga, se opera también “la mitad” que hace dos o tres años, afirmó el ministro.
A la crisis del sector se suma la falta de alimentos y medicinas, la intermitencia en el suministro de combustible y los apagones. Las interrupciones del servicio eléctrico por largas horas en enero y febrero provocaron manifestaciones en varias ciudades del este del país, pero ninguna fue tan numerosa y generalizada como las de julio de 2021.
El Producto Interno Bruto de Cuba cayó un 11% en 2020, creció sólo un 1,3% en 2021 y un 2% en 2022 para volver a caer un 2% el año pasado.
La crisis es producto de un efecto combinado de la parálisis provocada por la pandemia de COVID-19, de la que la isla no ha logrado recuperarse, y las sanciones de Estados Unidos que buscan asfixiar la economía para presionar un cambio de modelo político. A esto se sumó una reforma financiera y unificación monetaria impuesta en 2021 que desató una inflación que está licuando los salarios.
Tanto el ministro de Transporte como el presidente indicaron que trabajan en programas para implementar autobuses y triciclos eléctricos que no dependan del combustible, del que carece la isla.
En las calles es común ver largas colas en las paradas de autobús y hay constantes quejas de la población por el precio de los coches particulares que se ven obligados a utilizar.
