Pasadas las doce y media de la mañana, cerca de la cafetería La Grajera, todas las mesas con bancos estaban ocupadas y ya se había formado una larga fila de personas que esperaban su turno para poder utilizar una de las seis parrillas del parque. “Llegamos a las diez y media de la mañana y, a esa hora, ya estaban todas las parrillas ocupadas, entonces estamos en fila, esperando”, dice Daniel Salinas, quien permaneció sentado en una silla plegable de camping.
Todo porque era consciente de que con la afluencia que se avecina “va a tardar en llegarme, pero hay que esperar”, reconoce con resignación al tiempo que añade que venía con la expectativa de “asarme, pasar el domingo y disfrutar”. ” En su caso, que acumula “quince años” de experiencia con estas parrillas en el parque, “también me he encontrado con esta situación otros años, pero estaban más repartidas”. De ahí que “deberían habilitar unos cuantos más para facilitar la barbacoa a todas las personas”.
Los usuarios de estas instalaciones lamentan que otros años “estaban más repartidas” por el parque de La Grajera.
Hubo quienes, ante la gran afluencia, aceptaron compartir parrilla por turnos.
Cerca de él, también confirmaron esta larga espera Daniel Rodríguez y Mónica Massafferro, quienes acudieron a La Grajera junto con otras doce personas. “Llevamos más de hora y media en la cola y lo que nos queda…, pero hay que aguantar y esperar a que nos toque”, reconocen con una amplia sonrisa al tiempo que señalan que “lo hicimos No se espera esta situación, porque antes había “más parrilladas y estaban más repartidas”. Pese a esta situación, “el objetivo es hacer parrillada, no os preocupéis, sobre todo un domingo, porque se puede comer tarde y hace muy buen tiempo”.
Ya desde la primera parrilla de La Grajera, Joshimar Henríquez y Bryan Cumpa, quienes se encontraban ocupados preparando una costilla, lamentaron que “somos muchos para seis parrilladas”. “Hay muchas familias que están haciendo cola y los domingos que es cuando más se juntan, este lugar se queda pequeño, entonces deberían habilitar unas cuantas más y poner una a cada lado del parque, ya que antes estaban más dispersos” . Félix Torres, quien se turnaba para usar la parrilla con otra persona, también señala que “necesitamos más parrillas porque vinimos a las diez de la mañana a celebrar un cumpleaños en familia, en plena naturaleza y bronceándonos al sol, y todos ya estaban allí”. completo.”
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