Los resultados de nuevos estudios de laboratorio realizados en el Centro de Estudios Avanzados de Cuba, por encargo del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), acaban de confirmar que el número de meteoritos caídos en nuestro país asciende a un total de cinco, de un total de cinco. lista inicial supuestamente de diez.
El doctor en Ciencias Geográficas Efrén Jaimez Salgado, investigador asistente del IGA, señaló a Granma que, tras la actualización institucional de ese registro, los casos confirmados son del tipo litito provenientes de Las Cañas, en el actual territorio de Artemisa (octubre de 1844). , el siderolito de Bacuranao (agosto de 1974), piedra de Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos (vista caer el 10 de junio de 1994), condrita l6, en Viñales (vista caer el 1 de febrero de 2019) y condrita l5, Ramón de las Yaguas, Santiago de Cuba, informó el 10 de julio de 2021.
Según Jaimez Salgado, el recuento realizado, mediante la aplicación de dos difractogramas de rayos X y pruebas de espectrometría de fluorescencia de rayos X, descartó que los objetos encontrados en el municipio de Boyeros, en 1996, así como en el Balcón de La Lisa y en Güira de Melena, en 2001.
Si bien existen algunos elementos comunes entre las condritas ordinarias de Viñales y Ramón de las Yaguas, el equipo de autores de este resultado científico, integrado también por los especialistas del IGA, Francisco González Veitía, Antonio Alonso Díaz y Ramsés Zaldívar Estrada, considera que existe No existe una relación directa que los une en cuanto a origen, porque provienen de diferentes pequeños asteroides del sistema solar.
Así lo señala un artículo aparecido en el volumen 23 de la Revista Ciencias de la Tierra y el Espacio, publicación científica certificada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Según expresó el Dr. Efrén Jaimez, aunque a la luz de las nuevas investigaciones, el origen cósmico de tres objetos diferentes encontrados en 1938, en Mango Jobo, parece dudoso, es necesario realizar nuevas pruebas químicas en el laboratorio, que confirman si se trata o no de meteoritos.
¿PORTADORES DE VIDA?
Atraídos por la fuerza de la gravedad, cada año decenas de miles de trozos de roca, desprendidos de las colas de cometas, asteroides y otros objetos, penetran en la atmósfera terrestre a una notable velocidad de hasta 70 metros por segundo, logrando alcanzar la superficie. . .
Tales fragmentos reciben el nombre de meteoritos, y constituyen una valiosa fuente de información a la hora de buscar nuevos datos sobre el origen del sistema solar, ya que, como proponen los científicos, la Tierra y otros cuerpos celestes surgieron de un proceso continuo. colisión de partículas, que ocurrió hace más de 4 mil millones de años.
Incluso hay teorías que les atribuyen la responsabilidad de haber transportado los elementos químicos esenciales que dieron origen a la vida a nuestro planeta.
Los que logran impactar contra el suelo terrestre lo hacen como auténticos proyectiles supersónicos, capaces de provocar notables explosiones y abrir, en algunos casos, cráteres con diámetros superiores a los 200 metros.
Asimismo, pueden penetrar y permanecer ocultos en el subsuelo, o acabar en las profundidades del océano, sin olvidar la lógica transformación que sufren por la influencia combinada de la humedad, la oxidación y otros factores ambientales.
Estimaciones recientes indican que a nivel global se han encontrado más de 31.000 meteoritos, sin ser vistos caer, distribuidos en todos los continentes. Sin embargo, el número de quienes esperan ser localizados debe ser mucho mayor al mencionado.
Los datos ofrecidos a Granma por el doctor Efrén Jaimez Salgado ilustran la ocurrencia de eventos de lluvias de estrellas notables.
Destaca en la lista el excepcional meteorito conocido como Hoba Oeste, que, con un peso aproximado de 66 toneladas, constituye la mayor pieza de hierro natural de origen cósmico conocida hasta la fecha en la Tierra.
Fue descubierto en 1920, cerca de Grootfontein, en la región namibia de Otjozondjupa. No ha sido desplazado desde el momento de su impacto, que se estima ocurrió hace unos 80.000 años.
La ausencia de un cráter en las proximidades sugiere la posibilidad de que el enorme objeto espacial cayera en una zona entonces ocupada por el mar y quedara depositado en el fondo.
Asimismo, destaca el llamado meteorito Pultusk, registrado en esa localidad de Polonia, en 1868, y considerado el que produjo la entrada a la Tierra de la mayor cantidad de fragmentos conocidos en la historia.
Otro acontecimiento significativo tuvo lugar la noche del 19 de julio de 1912, cuando se recogieron en la ciudad estadounidense de Golbruck unas 14.000 rocas espaciales con un peso total de 218 kilogramos.
Si hablamos de datos curiosos, conviene hacer referencia al meteorito nwa 7533, recuperado en el norte de África en 2013, que contiene minerales de hace más de 4.400 millones de años, y del que, como informó en su momento la revista Nature, sus fragmentos muestran una composición química casi idéntica a la de las rocas marcianas analizadas por el robot Spirit de la NASA.
También hay un informe sobre la presencia de hierro procedente de meteoritos en joyas egipcias que tienen más de 5.000 años. El análisis de nueve cuentas de collar conservadas en el Museo Petrie de Londres muestra concentraciones inusualmente altas de varios metales, típicos de las rocas del espacio.
Entre los impactos significativos, es imposible no mencionar el famoso supuesto meteorito que cayó en el Tunguska siberiano el 30 de junio de 1908 (incineró millones de árboles en una superficie de aproximadamente 2.100 kilómetros cuadrados), y el registrado sobre la región rusa. de Cheliábinsk. , la mañana del 15 de febrero de 2013, cuya explosión liberó energía equivalente a 30 bombas atómicas como la de Hiroshima, y causó heridas a casi 500 personas.
Más recientemente, el 28 de febrero de 2021, el llamado meteorito Winchcombe impactó en territorio británico, transportando los elementos esenciales para la vida, luego de viajar por el espacio durante 300.000 años.
