Javier Milei aún celebraba en sus redes la visita de la comandante del Comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, cuando llegó al país el número dos del Departamento de Estado para la región, Kevin Sullivan, con una agenda que incluía tanto las prioridades de Washington como sus principales preocupaciones respecto del que ya es sin duda uno de sus mayores aliados en América Latina. Un veterano diplomático con mucha experiencia en la política argentina, Sullivan evitó hacer declaraciones explosivas u ofrecer postales más sensibles como la reciente en Ushuaia. Pero hizo saber que La alianza bilateral sigue siendo fuerte y siguen de cerca los planes económicos y políticos del Gobierno libertario.
En una conferencia de prensa en la embajada estadounidense antes de partir, dijo que sostuvo reuniones con la Ministra de Relaciones Exteriores Diana Mondino; el Ministro del Interior, Guillermo Francos; y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem; y agregó que sostuvo reuniones con funcionarios de Presidencia, Economía, dirigentes sindicales y representantes del sector privado.. el destape pudo saber que estas reuniones incluían conversaciones con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el miembro del triunvirato de la CGT y secretario general de la UOCRA, Gerardo Martínez. “Es muy positivo que Milei haya marcado este rumbo y esté hablando con Estados Unidos”, celebró la norteamericana.
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El mismo día que el Gobierno publicó su nueva versión de la Ley de Bases y el proyecto de Medidas Fiscalescon el que ahora espera avanzar en la columna vertebral -junto con el mega DNU que en su mayoría sigue vigente- de su plan de gobierno, Sullivan se reunió con los dos principales negociadores del oficialismo: Francos y Menem. “Nos interesa saber cómo los esfuerzos del Gobierno van a lograr consensos para sus leyes”, dijo el funcionario en la conferencia. El subsecretario de Estado adjunto para Brasil, Cono Sur y Asuntos Regionales del Departamento de Estado de América del Norte conoce bien la Argentina. Fue número dos de la embajada durante el segundo Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y habla español con acento argentino. “Ahora hay un consenso bastante amplio de que es necesario un cambio y soy optimista de que puede haber consenso”aseguró, marcando una diferencia con el pasado.
También se refirió a la otra pata del plan del Gobierno: el ajuste económico. “Saludamos los esfuerzos del Gobierno para enfrentar los desafíos y resaltamos también la importancia de garantizar un diálogo que incluya el enfoque de proteger a los más vulnerables mediante un ajuste que se considere necesario”, afirmó y destacó que El plan económico de Milei “es un proceso en curso” y “aún está en desarrollo”. En este contexto, destacó que “Estados Unidos puede ser una fuente de inversión aún mayor dado el potencial” de Argentina, frase que también coincidió con el último día de otra visita oficial estadounidense: la subsecretaria de Comercio Internacional del Departamento de Comercio, Marisa Lago.
Sullivan evitó entrar en detalles, pero Repitió una y otra vez “el potencial que tiene el país”. “Hay mucho por hacer”mantuvo y destacó tres áreas para “seguir profundizando la relación”: derechos humanos, cuestiones laborales y seguridad energética. Los dos últimos son parte central de la nueva Ley de Bases con la reforma laboral y los capítulos que permitan la apertura y desregulación del sector energético.
El alineamiento es evidente y, quizás por eso, el funcionario del Departamento de Estado no sintió la necesidad de profundizar el enfrentamiento público con China –principal rival global hoy de Estados Unidos– ni el posicionamiento geopolítico explícito que dejó. la visita del general Richardson y la red nacional en plena noche a Ushuaia para anunciar “una base militar integrada”. Incluso intentó bajar el tono. Describió tres objetivos para esta nueva base, sobre los cuales no dio detalles: “Promover la investigación científica”, “velar por que exista una logística adecuada en una zona donde el turismo ha crecido mucho” e “intercambiar ideas sobre la libre navegación comercial en la zona”. En otras palabras, el Objetivos “ligeros” que suele reivindicar el Gobierno de Joe Biden cuando le acusan de querer imponer su influencia política y económica y expulsar a Pekín: cambio climático, comercio internacional y desarrollo turístico.
Una región tensa
Mientras Washington y el Gobierno de Milei viven un idilio, la región atraviesa un momento de fuertes tensiones, tanto internas en varios países como con conflictos diplomáticos bilaterales. Sullivan se refirió tanto a la crisis electoral en Venezuela así como el reciente allanamiento policial y militar a la embajada de México en Ecuador. En primer lugar, explicó que Estados Unidos aún no ha tomado una decisión sobre si mantiene o suspende el levantamiento de las sanciones -especialmente al sector petrolero- que había otorgado al Estado venezolano por participar en un diálogo con la oposición para garantizar la libre elecciones de este año.
“Lamentablemente vimos que la implementación (de los acuerdos resultantes de ese diálogo) no fue la adecuada. María Corina (Machado) no pudo registrarse como candidata y tampoco su suplente. Sí, se registraron candidatos de la oposición y entendemos que planean participar en las elecciones”, dijo y agregó: “Tendremos que tener esto en cuenta cuando tomemos una decisión. Por ahora apoyamos el deseo de la oposición de participar”.
Respecto a la crisis diplomática desatada por el ataque a la embajada de México en Quito, Reiteró la “condena” de Washington pero destacó que mantiene “excelentes relaciones con ambos gobiernos”, tanto el de Ecuador como el de México.. En línea con lo que pocas horas después sería una resolución del Consejo Permanente de la OEA, evitó cualquier propuesta de sanciones, como afirmó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador y como posiblemente se discutirá este viernes en la cumbre virtual de presidentes de la Celac. , el foro regional que no incluye a Estados Unidos.
