Isla de Pascua y territorios polinesios dan un golpe sobre la mesa y exigen frenar el plástico que llega a sus costas

Isla de Pascua y territorios polinesios dan un golpe sobre la mesa y exigen frenar el plástico que llega a sus costas
Isla de Pascua y territorios polinesios dan un golpe sobre la mesa y exigen frenar el plástico que llega a sus costas

En el ombligo del mundo o en medio de la nada, según hemos podido saber, la Isla de Pascua, montó esta semana una especie de revolución polinesia. Rapa Nui, nombre indígena del territorio chileno protegido por los ‘moais’, reunió a más de un centenar de autoridades de veinte delegaciones de territorios del Océano Pacífico para exigir al mundo que deje de tirar su basura al mar y, por tanto, a sus patios delanteros. El remoto triángulo chileno, habitado por unas 7.000 personas, ha liderado la cruzada contra la contaminación porque se trata de una zona especialmente afectada: en el epicentro del Giro del Pacífico Sur, un enorme remolino donde se acumulan los desechos transportados por las corrientes marinas desde Australia y Sudamérica. y de los barcos. La isla recibe 50 veces más plásticos y microplásticos que las costas de Chile continental, según datos del municipio. “Estamos recibiendo la basura del mundo”, afirmó el alcalde Pedro Edmunds, promotor del evento internacional que finalizó este viernes con la firma de una declaración de varios representantes comunitarios para proteger los océanos.

Por ejemplo, un botón. Al cierre de la cumbre de tres días, la organización invitó a representantes de la Polinesia, Europa y Asia, así como a académicos y expertos de la sociedad civil, a recoger basura en la playa de Anakena. El lugar de arena blanca, rodeado de prados y palmerales frente al Ahu Nau Nau, una hilera de siete ‘moai’ que dan la espalda a las olas, revelaba la urgencia que mostraba el encuentro: en apenas una hora, los cincuenta recolectores Recogieron cinco kilos de basura, la mayoría microplásticos procedentes de objetos indescifrables. Podrían ser restos de boyas o redes lanzadas por barcos o cascos de fábricas que rodean el territorio de 160 kilómetros cuadrados. “La isla más remota del planeta ya está experimentando este problema. Contamos con un plan de microrecolección de basura y semanalmente sacamos un camión de basura. Pero no es suficiente”, afirmó el alcalde.

Los participantes de la cumbre en Rapa Nui, el 3 de abril.Elvis González (EFE)

La Cumbre de Líderes del Pacífico 2024 para la Protección de los Océanos y el Reto de la Contaminación Plástica y Microplásticos en la región emitió una declaración que reconoce la existencia de una triple crisis planetaria asociada al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. El texto firmado por representantes locales del Triángulo del Pacífico establece el compromiso de emprender acciones para proteger, conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, colaborar en la implementación del derecho internacional y promover una gobernanza efectiva, entre otros puntos. El documento será presentado en la Futura Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el próximo mes de septiembre en Nueva York, Estados Unidos.

La contaminación plástica no sólo afecta ambientalmente a la isla declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1986. También afecta a su cultura milenaria. “Antes salíamos a recoger conchas y volvíamos a casa a preparar sopa, pero ahora esos pequeños moluscos tienen microplástico y eso afecta nuestra gastronomía, las prácticas de la comunidad”, lamentó el Director de Medio Ambiente del Municipio de Rapa. Nui, Vairoa Ika Guldman. Del total de la contaminación que existe en el mar, el 85% es plástico y el 80% corresponde a actividades realizadas en tierra, según la ONU.

María José Torres, representante de Naciones Unidas en Chile, alertó entonces sobre el impacto del plástico en el mantenimiento de la biodiversidad y particularmente en la pesca y el turismo en las islas. “Afecta la salud del océano, pero también la salud humana a través de los sistemas alimentarios. Desde 2020, la ONU estableció, por decisión de los Estados, una coalición para reducir la contaminación plástica en un 80% para 2040”, señala en el evento en el que participaron representantes de los territorios del Triángulo Polinesio -con Hawaii, Nueva Zelanda y Rapa-. . Nui en sus rincones-, así como embajadores de países como Francia, Perú y China. Torres Somos se centró en los esfuerzos para reutilizar, reducir y limitar el impacto del plástico en la vida marítima y humana. “Estamos tratando de generar ese instrumento jurídico vinculante que pueda permitir a los países adherirse a una serie de metas, como lo hemos hecho, por ejemplo, con el Convenio de París”, señaló.

Los visitantes caminan alrededor de la estructura ceremonial de Tongariki durante la cumbre del viernes.Elvis González (EFE)

El instrumento legal es un borrador en el que están trabajando 175 estados miembros de la ONU y que a finales de mes tendrá su cuarta de las cinco mesas de negociación previstas en Canadá para alcanzar un compromiso que luego los países deberán firmar. Algunos de los contenidos abordan plazos para reducir el plástico de aquí a 2030 y 2050, una estructura para dar cuenta de los avances y flexibilizar las soluciones en función de los territorios. El subsecretario del Ministerio de Medio Ambiente de Chile, Maximiliano Proaño, presente en el encuentro, destacó que el compromiso firmado sirve para que las islas alcen la voz donde la contaminación plástica “se manifiesta de manera mucho más radical”. Como dijo el Ministro de Fiji, los océanos son su medio de subsistencia. Es un sentido de urgencia que nos llama a incluirlos de mejor manera y a ser aún más ambiciosos en las acciones que puedan responder al efecto que tienen en las islas del continente”, afirmó.

La ONU reconoció a Rapa Nui como territorio espejo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 por su abanico de iniciativas que buscan educar desde la niñez sobre la importancia de proteger la naturaleza, a través del reciclaje y la reutilización, así como cómo promover prácticas sustentables. para el desarrollo económico. En Chile, el 43% de las aguas jurisdiccionales tienen algún nivel de protección, cuando la meta marcada por la comunidad internacional es proteger el 30%. Más de 17 millones de toneladas métricas contaminaban el océano en 2021, cifra que, según proyecciones de la ONU, se duplicará o triplicará de aquí a 2040 si no se toman medidas hoy.

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