Se acabó la Feria del Libro, ¡guau! – .

Se acabó la Feria del Libro, ¡guau! – .
Se acabó la Feria del Libro, ¡guau! – .

Afortunadamente llevamos 2 años en el camino correcto. No fue bueno, sino malo, que Valledupar y su región quedaran al margen del camino del desarrollo cultural de otras ciudades del país. Aquí hay mucho talento creativo para todo tipo de manifestaciones artísticas; Mi hija Margarita trabaja en la Casa de Cultura de Valledupar, y me cuenta que allí se cultiva desde hace tiempo y crescendo un cuidado vivero de las bellas artes: música folclórica y clásica, danzas diversas, teatro antiguo y moderno, tragedias, comedias, estilos lingüísticos, pintura de cuadros y murales, escultura; Bueno, qué maravilloso. Necesitamos difundirlo más, popularizarlo más, exhibirlo, convertirlo en algo cotidiano, empaparnos de eso que es catártico. Todos los pueblos cultos que han existido en el mundo han producido aquellas creaciones que sirven a ese noble propósito.

La reciente segunda Feria del Libro de Valledupar estuvo magnífica. Qué excelentes escritores y promotores de libros nos visitaron. Gracias a los esfuerzos en este tema realizados por Juan Carlos Quintero Castro, nuestro periódico EL PILÓN y otros excelentes patrocinadores. Me divertí mucho y tuve la oportunidad de intervenir, de forma espontánea, en algunas ocasiones. A muchos de ellos les di algunas risas satisfactorias e incluso aplausos.

Tuve la muy grata noticia, de ser cierta, que nuestro Intendente Municipal, Ernesto Orozco Durán, un gran gestor público –a quien siempre veía en primera fila acompañado de su esposa Milena, en todos los eventos de la Feria-, había adquirido para al Municipio un gran predio ubicado en el centro de la ciudad, para construir allí un gran teatro, para la representación de las respectivas obras. De hecho, estoy feliz por esto.

Estimado Alcalde, querido Gobernador, es necesario, es imperativo, construir un teatro en cada barrio y en cada municipio del Cesar; Los teatros acercan cultura y pensamientos a la gente, de una manera económica y divertida. Siempre tendremos cambios climáticos, pero las tardes sofocantes, por ejemplo, se aprovecharán mejor asistiendo a una gran obra de teatro.

Todos los pueblos antiguos hasta ahora han representado y visto obras de teatro. La humanidad ha tenido grandes dramaturgos que han mostrado a su pueblo nuestra propia condición humana, y les ha servido de sana catarsis. Ya contamos con plataformas folclóricas, estatuas para exhibir la memoria de nuestros trovadores y juglares, villas deportivas olímpicas, templos religiosos.

Los museos están bien, pero ahora necesitamos hacer nuestra propia historia. Gobernador y alcaldes del Cesar, ahora, sin más demora, movilicen recursos y buen espíritu ciudadano para construir teatros, más escuelas y universidades.

Tenga la seguridad de que este es su mejor programa de gobierno. Cada niño educado en una familia es su corona de gloria y un mejor ciudadano del Estado. Ambas instituciones ganan en convivencia. Junto con el desarrollo material, el hombre necesita el cultivo del espíritu, y esto sólo puede lograrse con una mayor comprensión autoconsciente de sí mismo y del mundo.

Rodrigo López Barros

[email protected]

 
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