Cristina Iglesia y un libro sobre formas de convertirse en chino

Cristina Iglesia y un libro sobre formas de convertirse en chino
Cristina Iglesia y un libro sobre formas de convertirse en chino

Hay libros que en unas pocas páginas contienen un sinfín de mundos, no sólo por lo que cuentan, sino también por la variedad de representaciones e imaginarios que activan. pabellón rojode Cristina Iglesia (narradora e investigadora en literatura argentina), es una de ellas.

En este relato autobiográfico aparecen dos mujeres correntinas –madre e hija– fascinadas por China (ambas también recibieron el sobrenombre de “China”), aunque esta coincidencia no fue simultánea ni por los mismos motivos. El origen de esta curiosidad familiar radica en la voracidad con la que la madre leía las novelas de Pearl Buck (una estadounidense que vivió en el país asiático y contaba la vida de sus habitantes), y que la llevó a salpicar sus interacciones familiares con observaciones que “Irrumpieron inesperadamente en cualquier momento y sobre cualquier cosa” sobre esos niños orientales “que sufrieron mucho pero nunca tuvieron recompensa”.

Además, cuando la narradora tenía 3 años, sus padres fueron a China un verano, en parte para que su madre pudiera satisfacer su interés por ese país y por Buck. Paralelamente, su hija, en los años 1960, y ya en Buenos Aires, comenzó a sumarse al maoísmo, impulsada por Mao Tse Tung y su modelo de revolución cultural.

Sin embargo, la historia tomó un tiempo y sólo pudo escribirse décadas después, durante la pandemia, cuando la autora regresó a ese período a partir de una fugaz visión que había tenido en sus viajes en el tren que conecta París y Lille. Y la forma que encontró fue una narración fragmentaria, como un shoujuan: escenas de un rollo de papel de seda que se revelan, una a una, sobre una mesa de madera pulida.

¿Qué podría haber empezado a contar? Se inició como docente en un pequeño pueblo del Chaco, Santa Sylvina, del cual tuvo que escapar con su pareja por la acusación de comunista; su posterior llegada a Buenos Aires; Su ingreso a la militancia estuvo impulsado por el deseo de “ser parte del fluir de la Historia” y cambiar el mundo. Cómo era la vida de un militante en el contexto efervescente que desembocaría en los hechos de Ezeiza y años después en el golpe militar: los protocolos de reunión, las idas y venidas para engañar a la vigilancia, el miedo constante porque cada salida podría ser la último . Y, entre otros, ¿quién garantizó que los mensajes que los camaradas del partido trajeron del Este hubieran sido bien comprendidos y fueran fielmente comunicados? Dado que los chinos “hablaban y escribían con metáforas”, el protagonista confiesa que, a la hora de comunicar la dirección a seguir, “la mayoría de las veces inventaba libremente mis propias traducciones de metáforas chinas”, y con el tiempo “inventé metáforas.

pabellón rojo Es un libro sobre lo que los hijos heredan de sus padres, pero también sobre los cortocircuitos y malentendidos que rodean cualquier otra forma de transmisión: política, cultural, ideológica. Quien dice algo debe aceptar que, en cierto modo, está hablando o traduciendo del chino.

Pabellón Rojo, de Cristina Iglesia, editorial nudista
  • pabellón rojo. Por Cristina Iglesias. Editorial nudista. 130 páginas. $13,600
 
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