El taller gratuito de escritura de no ficción se llevará a cabo entre el 4 y el 7 de mayo, pero la inscripción ya está abierta. Federico Bianchini, quien estará a cargo del mismo, considera necesario contar el contexto que hizo posible este tipo de proyecto.
“Este taller”, dice hora argentina Bianchini- está basada en la obra del escritor italo-inglés Michael Jacob. Nació en Génova, vivió en Londres y fue un gran viajero. “Era abogado y también historiador del arte”.
“Como escritor de no ficción – añade – se dedicó a las crónicas de viajes. En un momento se instaló, junto con su esposa, Jackie Rae, en un pequeño pueblo llamado Frailes, ubicado al sur de Jaén, en España, y a partir de esta experiencia escribió un libro llamado La fábrica de luz. “Se definió a sí mismo como un inglés excéntrico”.
Y añade: “También escribió otro libro de crónica llamado Viaje por el río Magdalena en Colombia, luego de una reunión con García Márquez”. Es un libro sobre la memoria, sobre lo que olvidamos y recordamos. Jacobs murió en Londres a los 62 años en 2014. Era alguien lleno de proyectos, entre otros, apadrinar a un escritor de crónicas de viajes para que se instalara en su casa de Frailes para trabajar en un texto con él durante seis meses. ”.
El proyecto se ve truncado por su muerte. “Luego sus amigos, escritores y periodistas, entre ellos Jon Lee Anderson, Daniel Samper Pizano, Jaime Abello Banfi y Chris Stewart, organizan la beca Michael Jacobs que otorga cada año la Fundación Gabo”.
En 2015, el cronista hispanoboliviano Alex Ayala ganó esta beca, y en 2016, el propio Bianchini la ganó con una crónica de un viaje a la Antártida.
Taller gratuito
“En este taller de escritura de no ficción – dice Bianchini – vamos a trabajar los textos de no ficción de los participantes a partir de ejemplos de los libros de Michael Jacobs que podemos utilizar como herramientas en nuestros propios textos.
Será gratuito y se desarrollará en cuatro encuentros que se desarrollarán del 4 al 7 de mayo de 10 a 13 horas.
“La idea – continúa Bianchini – es hacer un taller que trabaje exclusivamente con la escritura. Serán cuatro días de trabajo intensivo sobre un texto. Está pensado para 15 inscritos y para apuntarse es necesario enviar un correo electrónico a tallerdenoficció[email protected]”
“Ya había tenido una experiencia con este tipo de talleres gratuitos patrocinados por una institución cuando en 2019 impartí un taller de crónica para adolescentes en la Biblioteca Nacional con una beca del Fondo Nacional de las Artes, experiencia que, lamentablemente, en este contexto no se puede repetir por la decisión de anular la organización”.
El único requisito para acceder a este taller es tener interés por la no ficción, por la crónica. “Vamos a hacer una selección de participantes que incluya a los que están estudiando y les interesa conocer el mundo de la crónica, los que tienen más experiencia y los que escriben e incluso tienen libros publicados. Me gusta mucho este tipo de talleres porque, independientemente de lo que cada uno sepa, al calor de las discusiones se horizontalizan conocimientos, se generan comunidades que siempre tienen espacio para compartir autores y libros”.
“El hecho de que los asistentes sean variados es productivo para todos”.
Tan pronto como se reciba el correo electrónico, a cada interesado se le enviará un formulario que no es un currículum, sino una consulta sobre los motivos por los que quiere realizar el taller. De ello se obtendrá una selección realizada por miembros de la Fundación El Libro. “Queremos que se apunte gente de todo el país, para que no sea algo exclusivo de la capital del mundo de la crónica, sino que también haya gente que le interese el tema y quiera saber un poco más del mundo de no ficción”.
Hay tiempo para inscribirse hasta finales de abril. Si se selecciona, el texto que los participantes ya hayan escrito se puede llevar al taller o trabajar en él en el propio taller. Lo que se espera es que al finalizar el taller se tenga una idea de cómo escribir una crónica, saber qué elementos se necesitan para poder escribirla.
“Es probable que los que ya tienen material avancen en él y los que no lo tienen recién estén comenzando. Pero quizás en uno o dos meses haya un encuentro virtual para compartir el material y hacer lecturas. Normalmente hago esto porque hay gente que ya está escribiendo y otra que se queda paralizada en un momento y no puede avanzar o tiene algunas dudas. Esta reunión virtual es para que todos cuenten lo que están haciendo y ver si han surgido problemas”.
