El libro Tormentos y pasiones revolucionarias / Apuntes sobre la izquierda venezolanade Isaac López, historiador y profesor de la ULA, es un intento minuciosamente fundamentado para que entendamos la lluvia que nos trajo a estos lodos
En el libro Tormentos y pasiones revolucionarias/Apuntes sobre la izquierda venezolana, El historiador Isaac López sacude nuestra memoria para comprender un pasado que nos molesta y por qué estamos donde estamos. Lo hace maravillosamente, pero sin indulgencias: aspira a levantar la chispa de la autocrítica personal y colectiva que ilumine “la terrible oscuridad de esta hora”. Y construyamos finalmente una ciudadanía que exija un tiempo más amable.
Y, por supuesto, lo hace desde la experiencia del historiador endiabladamente riguroso y honesto que es. Pero también de la piel de quien alimentó su rebelión juvenil con el canto de Víctor Jara o el grupo Quilapayún o se enamoró de una canción de Pablo Milanés, como nos pasó a tantos en la universidad (donde Cuba sembró con tanta eficacia su propaganda). y sistemáticamente). . Y así, desde la cercanía del militante y la distancia del académico, Don Isaac, profesor de la Universidad de Los Andes, disecciona la izquierda venezolana con precisión quirúrgica en los 23 ensayos que componen el libro. Un trabajo con el que se forja el doctorado en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello.
lo habia mencionado en el articulo Pablo Milanés, los días de gloriaque publicamos en Runrunas: “Ha costado mucho para que la seducción de la Revolución Cubana se apague en los sectores medios, universitarios e intelectuales de Venezuela. Y hablo desde el ‘mea culpa’, no sólo desde el intento de entender el entorno”.
Tormentos y pasiones revolucionarias / Apuntes sobre la izquierda venezolana Es un gesto que no tiene nada de nostálgico, como suele ocurrir con la literatura sobre la izquierda en este extremo del mundo. Es más bien un intento laboriosamente fundamentado para que entendamos la lluvia que nos trajo a estos lodos: “… En estos momentos de la historia nacional, acercarse a comprender el pensamiento y el actuar de la izquierda venezolana, liberada de pasiones, fanatismos y militancias, puede contribuir a una mayor comprensión de las circunstancias que vivimos. La historia aquí es pasado y presente, método y forma, aliado”, nos anima el historiador en la introducción de su obra.
Con este libro, patrocinado por la Universidad de Los Andes, el autor inaugura su Colección País de Abril, dentro de su Biblioteca Guaruguaja. Es una publicación personal donde Don Isaac señala los porqués y los muchos quiénes de esta continua ruina. Una catástrofe cuya culminación, ahora que lo pienso, es la aterradora ley contra el fascismo.
La profesora insiste: “El esfuerzo de los operadores políticos de esta hora por establecer una breve memoria de la evolución contemporánea del país, que nos llevó a la situación actual, es una treta enfermiza y siniestra. Es necesario denunciarlo una y otra vez. Como lo expresó el antiguo fundador del MIR, Domingo Alberto Rangel: ‘Nadie puede explicar a Chávez sin la profunda crisis que vivía el sistema democrático venezolano el 4 de febrero de 1992, un régimen de cabaret de lo más inmundo.’”.
Luego nos trae un espejo: “Sin embargo, la mejor opción para el venezolano común y corriente es extrañar al chavismo. Etiquetarlo como un producto separado del país. ¿Viene de Marte o Júpiter? Encapsularlos en la etiqueta de izquierda: eternos renegados, parásitos universitarios, conspiradores desde la época de la guerrilla, secuestradores y encapuchados. Es mejor no ver en ellos las costumbres comunes de la tribu ahora ampliadas y sistematizadas, estandarizadas (para usar un anglicismo de esos que tanto nos gustan): irresponsabilidad, ética torcida, pereza, improvisación, ventajismo, personalismo, amiguismo, grosería. del habla y del gesto. Eso nos contrastaría con el espejo y ese es un ejercicio más exigente.”.
Te advertí que mi amigo don Isaac no es indulgente. Pero su severidad tiene un reverso hermoso y desesperado: “Quizás sea un ejercicio extremo de reflexión e introspección que este tiempo, esta medianoche del siglo y del país, nos exige. Un esfuerzo de silencio para mirar profundamente quiénes somos. Domar el parloteo persistente, vacío y superficial, para que después del viaje al centro de nosotros mismos podamos ensayar nuevas miradas, formas y palabras…”.
Lo que sigue es aún más significativo. Pero no quiero estropear el libro. Será mejor que lo leas, para lo cual te invito a ingresar al portal académico saber.ula.ve, donde está el pdf. Es muy probable que de estos 23 ensayos salgas más consciente de que la solución está en nuestras manos. Más informados, decididos y esperanzados. Un poco más de ciudadanos. ¿Y quién podrá impedirnos comenzar, por amor de Dios, a despejar las tinieblas?
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