Daniasa M. Curbelo abraza la subjetividad en su libro ‘híbridos impostores intrusivos’ – .

Daniasa M. Curbelo abraza la subjetividad en su libro ‘híbridos impostores intrusivos’ – .
Daniasa M. Curbelo abraza la subjetividad en su libro ‘híbridos impostores intrusivos’ – .

Daniasa M. Curbelo abraza la subjetividad en su libro ‘híbridos impostores intrusivos’LP/DLP

híbridos impostores intrusivos. No hay errata porque es así, sin comas, sin mayúsculas, sin jerarquías. No se puede entender un concepto sin el otro. Esta trinidad es la que da nombre al libro del investigador y artista multidisciplinar. Daniasa M. Curbelo. «Hay que corregir un cuerpo híbrido, hay que descubrir una figura que actúa como impostor. “A una persona que es un intruso lo que hay que hacer es expulsarlo”.

Corregir, revelar, expulsar. Tres verbos que se esconden en el día a día de las personas trans. “El enfoque está muy relacionado con los cuerpos, con las tecnologías que las personas trans tenemos que llevar a cabo para intervenir, modificar e interpretar nuestros propios cuerpos y, sobre todo, los espacios que ocupamos y cómo los ocupamos”, indica el autor, en alusión a la obra que se presentará el próximo viernes 19 de abril en el espacio La Colectiva de la capital grancanaria acompañada por la artista y activista Ninfa.

Y Curbelo es muy consciente de esa mirada ajena que condiciona los cuerpos: “A lo largo de mis reflexiones tengo en cuenta cómo nos define esa mirada ajena que nos ve como alteridad, marginalidad o monstruosidad”.

híbridos impostores intrusivos Es un libro difícil de definir ya que, en palabras del artista, su “propuesta teórica cuestiona muchos de los esquemas o formatos tradicionales de la investigación cualitativa” y “lo que hace es situar mi subjetividad como un punto desde donde reflexionar y desde donde enunciar y enunciar”. .

Para Curbelo la objetividad no existe, es una ficción: al apelar a este término “de lo que hablan, en realidad, es de subjetividad normativa masculina, blanca”, señala. Su trabajo pretende demostrar esta falacia poniendo la subjetividad –y por tanto, su propia experiencia personal– en el centro.

Género y canaridad

Esta experiencia, en el caso de la autora tinerfeña, está marcada por su disidencia de género, “por vivir cada día como una persona que se define fuera de esos esquemas tradicionales de género” y por su etnia que, en palabras de la artista tinerfeña, está “marcada por su herencia canaria”. Por ello -y como una forma de desafiar a la academia-, en híbridos impostores intrusivos Hay palabras y expresiones canarias que la autora utiliza a diario, “porque cuando escribimos, y sobre todo cuando escribimos ensayos, parece que tenemos que cumplir con una serie de códigos lingüísticos estandarizados donde no entran los canarianismos”, afirma. Señala.

A través de sus experiencias personales, Curbelo intenta en su obra ir de lo micro a lo macro, hablar de los referentes, imágenes, símbolos y representaciones culturales que la han marcado y que, para bien o para mal, han influido en su identidad. «La pregunta es, ¿este imaginario que controlo es sólo mío?» Y ella misma se responde: “No, es de toda la sociedad”.

Por ello, en el libro que se presentará por primera vez en Gran Canaria el próximo viernes se reflexiona sobre personajes de la mitología clásica, personajes televisivos como Cristina Ortiz (La Veneno) o el canario Amós Romeira, cuentos infantiles clásicos, Personajes de Disney, celebridades de Instagram o el carnaval canario: referentes culturales que interpelan a toda la sociedad y que, en palabras de la artista, son los que “dan origen a estas tres maneras de concebir e interpretar las identidades femeninas trans”, esa trinidad que da nombre a el libro.

La artista Daniasa Curbelo.

condición bastarda

Para Curbelo, su propia identidad cultural es producto de un “mestizaje” que da lugar a “una condición bastarda” que en Canarias “es difícil de asumir”. «Hay discursos políticos y culturales que plantean un deseo de pureza. “Una pureza netamente europea, que borra por completo cualquier vestigio de nuestro pasado indígena, y otra que hace todo lo contrario, que sólo se concibe desde una perspectiva precolonial, sin tener en cuenta influencias que han llegado de otras latitudes en estos 500 años, ”, explica el artista.

Pero para ella esa pureza no tiene cabida: “Somos productos de ese bastardo”. Y es este bastardismo el que conecta al autor con ese sentimiento fuera de los marcos representacionales del género, marcos binarios “donde vemos que la masculinidad se asocia a la categoría hombre y la feminidad a la categoría mujer”, marcos que no se cuestionan durante toda la vida. Es aquí, en la frontera, donde está el lugar de reflexión de Curbelo.

A lo largo de una dilatadísima carrera en la que el artista ha abarcado diferentes disciplinas –perfomance, fanzine, documental y ahora, literaria–, el autor tinerfeño tiene claro que, más allá del formato, hay que centrarse en construir conocimiento comunitario y multiplicar y ampliar la visión. «Independientemente de si la difusión es digital o no, es importante tener en cuenta que urge construir conocimientos comunitarios, aquellos que forman parte de nuestro propio patrimonio cultural, que parecen denostados por ser parte del pasado. Por ejemplo, en lo que respecta al ahorro de recursos como el agua: nuestras abuelas y abuelos ya sabían muy bien cómo gestionar este preciado bien en tiempos de escasez.

híbridos impostores intrusivos Es una forma de abrazar todo esto desde la literatura, de construir conocimientos que no sólo atiendan “a la perspectiva y los intereses de unos pocos”, aquellos que “ocupan los estados privilegiados de la sociedad”, como indica Curbelo, sino que sean conocimientos para todos.

 
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