El orden y la organización son fundamentales en la decoración. Porque una casa organizada no sólo es más funcional y práctica sino que también aporta una mejora estética considerable a los espacios. Por eso, debido a que influye en la estética, el estilo decorativo entra en juego a la hora de elegir cómo organizarse. Es decir, entre todos los métodos de ordenamiento que pueden existir no sólo debemos elegir el que mejor se adapta a nuestra forma de sentir que algo está organizado sino también el que más nos gusta porque es “bonito”. Por ejemplo, si vas a decorar con un estilo minimalista, deberás buscar un sistema que abogue por ocultarlo todo.
Pero el hecho de que las cosas sean visibles no significa que haya desorden, siempre que sean visibles. bien situado, con significado y armonía. Y es ahí, en la búsqueda de la armonía, donde podemos clasificar este sistema de colocación de libros en estanterías y librerías, tan original que resulta cuanto menos extraño, y que muchos interioristas están adoptando.
Por un lado, la forma más práctica de organizar libros es seguir el método clásico que se utiliza en las bibliotecas:Colóquelos en orden alfabético de autor. Es la forma más natural y sencilla de encontrar libros. Pero, visualmente, este método hace que se mezclen al azar y a los ojos de un interiorista amante de la simetría o los espacios “monásticos” puede romper un poco los esquemas. Así, muchos decoradores también intervienen en la colocación de los libros y juegan con tamaños, colores, arman colecciones, ponen unos libros de pie, otros tumbados, etc. Es una forma de tratar los libros como un elemento decorativo más, algo que los bibliófilos puede sorprenderse. Y, una vez que hemos empezado a “desorganizar” tanto los libros que cuesta encontrar uno concreto a la primera, llega. No es más que “decorar con libros” lo que parece haberse puesto de moda entre muchos interioristas: darle la vuelta a los libros. ¿Existe una mejor manera de unificarlos? Pues la verdad es que no: se ve el borde, no el lomo, y una agradable mezcla de blancos y arenas con las distintas tonalidades del papel. Se ve bonito pero… ¿práctico?
