El característico sofá del fundador del psicoanálisis, Sigmund Freud, recibe a los visitantes del Museo Freud de Londres que deciden explorar la que fue la casa del psicoanalista en el último año de su vida, especialmente tras el estreno de la película. La última sesión de Freud..
Este sofá, centro de estudio de la casa situada en el barrio londinense de Hampstead, fue utilizado por el psicoanalista para recrear su hogar en Viena cuando se vio obligado a huir al Reino Unido después de que su hija Anna Freud fuera arrestada e interrogada por la Gestapo en vísperas del inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-45).
Ahora, una vez más, la habitación es reinterpretada y cobra vida en la película recién estrenada. La última sesión de Freud.donde Sigmund Freud (interpretado por Anthony Hopkins en la pantalla grande) conversa con el autor de Crónicas de NarniaCS Lewis (Matthew Goode), sobre la existencia de Dios y algunas de las grandes preguntas de la humanidad.
Sin embargo, para la productora Meg Thomson, la película va más allá de estas cuestiones. “Cuanto más me meto en esto, más creo que es una conversación sobre las preguntas más importantes y donde puedes descubrir la humanidad en la persona con la que estás hablando, incluso si tiene una visión del mundo diametralmente opuesta a la tuya”. , indicó.
Aunque la película está inspirada en la vida de los personajes de los que habla, no existe ningún registro histórico de que muchas de las situaciones presentadas en la película realmente hayan ocurrido.
Aunque la película está inspirada en la vida de los personajes de los que habla, no existe ningún registro histórico de que muchas de las situaciones presentadas en la película realmente hayan ocurrido.
De hecho, según Thomson, la investigación se detuvo progresivamente tras la llegada del director, Matt Brown, que buscó transformar el proyecto, basado en una obra de teatro inspirada en una novela, en algo más cinematográfico.
“Cuando Anthony Hopkins y Matthew Goode se incorporaron, estaban mucho más interesados en investigar a los Freud y Lewis creados por los guionistas que a los Freud y Lewis que existieron”, añadió el productor.
Sin embargo, el mayor ejemplo de hecho ficticio es la conversación entre Freud y Lewis, de la que no hay constancia alguna, según informó a Efe el director de la Casa Museo Freud, Giuseppe Albano, al finalizar la emisión de la película en una de las salas. de lo que fue la casa del psicoanalista.
“Aun así, por sus textos, por sus creencias y por lo que dijeron estas grandes mentes, creo que es una relación muy posible la que se muestra en la película, aunque nunca sucedió”, dijo Albano.
Casa Museo de Freud
El director del museo invita a visitarlo y conocer más sobre la historia del psicoanalista, así como la de su hija, Anna Freud, pionera del psicoanálisis infantil.
Aprovechando la situación de la película y el centenario de la publicación del ensayo El yo y el ello de Freud, el director del museo invita a visitarlo y conocer más sobre la historia del psicoanalista, así como la de su hija, Anna Freud, pionera del psicoanálisis infantil.
Además del famoso estudio del fundador del movimiento psicoanalítico, que contiene objetos de su colección de alrededor de 2.500 antigüedades, la mayoría procedentes de Egipto, la visita permite recorrer las habitaciones de Anna Freud y su padre, así como el jardín o la pequeña galería que construyeron antes de llegar a la casa en 1938.
Muchos de estos objetos, incluido el sofá o la silla ergonómica de Sigmund Freud, fueron escaneados para ser recreados posteriormente en la película, rodada en estudios de Dublín.
El estreno del largometraje hace que estos elementos convivan con algunos de los bocetos que la producción cinematográfica realizó con el fin de trasladar al cine la Casa Museo Freud de Londres, y que ahora se encuentran en uno de los pasillos de la casa.
AUTOR: EFE (Londres)
