La reciente aprobación de una resolución para exigir un alto el fuego en Gaza reanudó los esfuerzos y negociaciones en Naciones Unidas para detener el sangriento conflicto que dura más de ocho meses.
Esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a una propuesta presentada por Estados Unidos que busca el fin completo de la guerra en tres fases.
La resolución, aprobada por 14 votos favorables y la abstención de Rusia, espera establecer negociaciones de acuerdo con el plan anunciado por el presidente estadounidense, Joe Biden.
El texto insta a las partes a acordar “sin demora y sin condiciones” una tregua inicial de seis semanas, aunque como en ocasiones anteriores, carece de condena alguna a Israel a pesar de que su ofensiva en Gaza se cobró la vida de más de 37.000. Palestinos.
Además, reconoce la importancia de los esfuerzos diplomáticos en curso de Egipto, Qatar y Estados Unidos destinados a alcanzar un acuerdo integral de alto el fuego.
Sin embargo, hasta la fecha las negociaciones no han llegado a los términos anunciados e Israel insiste en la liberación de los rehenes y la destrucción de Hamás como objetivos para detener las hostilidades.
Mientras tanto, las agencias humanitarias sobre el terreno confirman las pésimas condiciones para que los desplazados en el enclave accedan a servicios básicos como agua, alimentos o salud.
Varias familias consultadas por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en las últimas semanas aseguraron que los refugios de la zona de Deir al Balah están superpoblados y carecen de infraestructura sanitaria.
La distribución de alimentos es irregular mientras aumentan los riesgos de una serie de problemas de salud, como hepatitis A, enfermedades de la piel y enfermedades respiratorias, advirtió el viernes OCHA.
Según la agencia, la reciente intensificación de las operaciones militares provoca pérdidas adicionales de activos clave de agua y saneamiento, incluidos cinco pozos de producción de agua en Jabalya, en el norte, así como dos pozos y dos plantas desalinizadoras en Rafah. , En el sur.
En los últimos ocho meses, más de dos tercios de las instalaciones e infraestructuras de agua y saneamiento en Gaza han sido destruidas o dañadas por el ejército israelí, según actores humanitarios.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió una solución política al conflicto en Gaza como única forma de avanzar hacia una paz sostenida.
Desde la Cumbre celebrada en Jordania, el jefe de la organización reforzó su llamado al diálogo entre Israel y Hamás pocas horas después de que el Consejo de Seguridad aprobara la resolución.
Guterres saludó el proyecto anunciado anteriormente por Joe Biden y pidió aprovechar esa oportunidad para llegar a un acuerdo y respetar el derecho internacional humanitario.
En opinión del alto funcionario de la agencia, la velocidad y la escala de las matanzas y asesinatos en Gaza superan cualquier otro acontecimiento ocurrido durante sus años al frente de la agencia.
“A pesar del océano de necesidades, al menos a la mitad de todas las misiones de ayuda humanitaria se les niega el acceso, se les impide o se cancela por razones operativas o de seguridad”, añadió.
