Por Roberto Morejón
A más de un mes del ataque de tropas ecuatorianas a la embajada de México en Quito, para secuestrar a Jorge Glas, el exvicepresidente permanece en precaria salud debido a las condiciones en el penal de máxima seguridad de La Roca.
El activista del movimiento Revolución Ciudadana ha sido sometido a gravísimos malos tratos, desde su captura en la sede diplomática de otro Estado, en violación de la Convención de Viena, hasta su posterior confinamiento.
Rodeado de pandilleros encarcelados, en connivencia con grupos del crimen organizado, Jorge Glas afirma estar en huelga de hambre y ha pedido ayuda a los presidentes de México, Brasil y Colombia.
Necesitados de tratamiento médico, asambleístas de Revolución Ciudadana presentaron un recurso de hábeas corpus ante la Corte Nacional de Justicia para exigir la libertad del exvicepresidente.
La defensa de Glas insiste en la ilegalidad de su arresto, ya que se encontraba asilado esperando un salvoconducto para viajar a México y el gobierno de Daniel Noboa no respetó la inviolabilidad de la sede diplomática.
Como parte de su incansable gestión, la defensa del político acudió a la ONU para solicitar a su Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias un reclamo al gobierno de Noboa para que el detenido pueda continuar con su proceso de asilo.
Los representantes legales también realizaron gestiones en México y Alemania, dado que Glas tiene ciudadanía del país europeo, para atender el proceso de su secuestro y malos tratos.
La madre de Glas denunció ante los tribunales mexicanos a Noboa y otros funcionarios ecuatorianos por lo que consideró la desaparición forzada de su hijo.
Como se recordará, México presentó a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia, donde presentó todos los argumentos respecto de la invasión a la embajada en Quito y el acoso a uno de sus diplomáticos.
Un número importante de países se suman al pedido de México de que Ecuador sea suspendido como miembro de la ONU.
La situación del gobierno ecuatoriano es bochornosa aunque insiste inflexiblemente en lo que considera un acto excepcional, al atacar la sede diplomática extranjera.
Mientras tanto, Glas mantiene su inocencia en la causa que lo investiga por presunta malversación de fondos en las obras de reconstrucción de unas localidades afectadas por un terremoto en 2016.
El Grupo de Puebla, intelectuales, artistas y políticos de varios países han pedido a Ecuador la liberación del exfuncionario, perseguido desde hace siete años, en un caso de instrumentalización de la justicia o lawfare.
