(CNN)— Un asentamiento de casi 300 años de antigüedad, una vez sumergido por una gran presa filipina, ha resurgido cuando el calor sofocante y la sequía drenaron el depósito de agua.
Las estructuras, que incluyen parte de una iglesia, lápidas y un monumento municipal, reaparecieron en marzo en medio de la presa de Pantabangan, en la provincia de Nueva Ecija, después de meses prácticamente sin lluvia, dijo a la AFP Marlon Paladin. Ingeniero supervisor de la Administración Nacional de Riego.
Las lápidas se encuentran entre las reliquias descubiertas en la presa seca. (Crédito: Ezra Acayan/Getty Images)
La zona fue inundada deliberadamente en la década de 1970 para construir la presa. Pero una sequía que afecta actualmente a aproximadamente la mitad de las provincias del país ha reducido los niveles de agua de la presa, según la AFP.
El planeta batió récords de calor por noveno mes consecutivo en febrero
Las cifras de la agencia meteorológica del gobierno filipino, PAGASA, muestran que esos niveles eran casi 50 metros más bajos de lo normal el 30 de abril.
Algunos visitantes desafían el calor extremo para ver la presa, donde aún quedan partes de las estructuras dañadas. (Crédito: Ezra Acayan/Getty Images)
Paladin explicó a la AFP que esta es la sexta vez que el asentamiento reaparece desde la creación del embalse, pero “ésta es la vez más larga”. [en que fue visible] según mi experiencia”.
Cuando el nivel del agua baja, las ruinas se convierten en una popular atracción turística, según la AFP.
Como gran parte del sudeste asiático, Filipinas se ha visto afectada por un calor abrasador en las últimas semanas, lo que llevó a las escuelas a suspender clases cuando las temperaturas alcanzaron los 42 grados centígrados.
Aunque abril y mayo suelen ser los meses más calurosos en Filipinas, con temperaturas promedio que oscilan entre los 30 grados Celsius, gran parte del país ha experimentado temperaturas aún más altas.
Vista aérea de la antigua ciudad hundida de Pantabangan. (Crédito: Ezra Acayan/Getty Images)
El agua continúa rodeando la parte seca de la presa. La falta de lluvias ha bajado el nivel del agua. (Crédito: Ezra Acayan/Getty Images)
En los últimos cinco días, el índice de calor en algunas zonas ha superado los 40 grados centígrados, según muestran las cifras de PAGASA. El índice de calor es un cálculo de la temperatura que siente el cuerpo humano. Tiene en cuenta la temperatura y la humedad reales, lo que afecta la capacidad del cuerpo para enfriarse.
La localidad de Muñoz, cercana a la presa, registra un índice de calor superior a los 41 grados durante los últimos cinco días. El domingo la temperatura parecía de 47 grados debido a otros factores. A finales de marzo, la sequía cubrió gran parte del norte y centro de Luzón, incluida la provincia de Nueva Ecija, donde se encuentra la presa, según PAGASA.
Abril ha permanecido seco en todo el país, y partes del centro y sur de Luzón recibieron menos del 25% de las precipitaciones que deberían recibir en este momento, según el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos.
Este año, el patrón climático de El Niño ha exacerbado estas condiciones, según AFP. Esta fluctuación natural se suma al calentamiento del planeta causado por el cambio climático inducido por el hombre.
Vista aérea del cementerio. (Crédito: Ezra Acayan/Getty Images)
En los últimos años, las temperaturas en la región –una de las más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático– han aumentado a niveles sin precedentes, dejando a cientos de millones de personas sufriendo un calor y una humedad implacables, le dijo a CNN el climatólogo Maximiliano Herrera.
La primavera pasada, varios países del sudeste asiático registraron temperaturas récord de más de 38 grados centígrados.
Un informe de 2023 de World Weather Attribution describió esa ola de calor como un evento que ocurre una vez cada 200 años y que habría sido “prácticamente imposible de ocurrir sin el cambio climático”.
Heather Chen, Taylor Ward y Helen Regan de CNN contribuyeron con el reportaje.
