Con la recuperación que dejó la visita de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Laura Richardson, hace días a Argentina, el archipiélago de la provincia de Tierra del Fuego y su cercanía con la Antártida ganaron relevancia en el escenario internacional, y sobre todo todo todo, del lado chileno. En ese sentido, ciertos análisis, como el de Patricia Garip, mostraron la importancia de la localidad de Punta Arenas y el Estrecho de Magallanes para Estados Unidos y China, mientras del lado argentino el Comando Sur comienza a dar sus primeros pasos.
En primer lugar, Punta Arenas es una ciudad y puerto interoceánico ubicado en la zona sur de Chile, y en la región de Magallanes y Antártica Chilena. Actualmente la localidad es un centro neurálgico del transporte marítimo mundial, a la vez que es también una puerta de entrada global al continente blanco.
Pero sobre todo, uno de los aspectos que también ha recobrado magnitud es que el Estrecho de Magallanes se ha ido fortaleciendo con los años como paso de tránsito de buques comerciales, mientras las guerras asfixian rutas marítimas vitales en Oriente Medio y Europa.
El cambio de tendencia se refleja en el creciente volumen de buques mercantes que cruzan el Estrecho de Magallanes. En enero y febrero, el tráfico se disparó un 25% en comparación con el mismo período de 2023, y un 83% en comparación con 2021, cuando las cadenas de suministro aún estaban perturbadas por la pandemia.
Al mismo tiempo, Patricia Garip advierte que las potencias mundiales están en una carrera para ampliar su presencia en el Atlántico Sur. Por ejemplo, China ha expresado interés en construir un complejo portuario cerca de la desembocadura atlántica del Estrecho, justo al otro lado de la frontera con Chile, en Argentina. Por otra parte, en abril de 2023, la jefa del Comando Sur del ejército estadounidense, general Laura Richardson, visitó Argentina y Chile, haciendo escala en Punta Arenas para una sesión informativa de seguridad y un recorrido por el estrecho.
Con estas intenciones, Chile se ha dado cuenta de que la zona sur de su país genera más interés del que pensaba. Tanto es así que Boric firmó en noviembre un programa de inversión de cinco años y 400 millones de dólares para modernizar los puertos y otras infraestructuras de Magallanes.
El Estrecho de Magallanes también podría convertirse en un centro económico moderno gracias al hidrógeno verde. Este recurso versátil y libre de carbono, producido con energía renovable, tiene el potencial de reemplazar los combustibles fósiles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque el hidrógeno verde aún no es comercialmente viable, existen al menos 16 propuestas de proyectos en la región, principalmente de empresas europeas, para producirlo a gran escala.
Asimismo, el aumento del tráfico marítimo por diversos motivos ha llamado la atención de la Armada de Chile, que protege y garantiza la seguridad marítima de esta zona, pero al mismo tiempo no hay que olvidar que desde el lado argentino el Comando Sur de Estados Unidos Acordó la construcción de un Polo Logístico Antártico que de alguna manera movió el tablero de las potencias mundiales. A su vez, el autor explica que del lado argentino del Estrecho también hay inversores interesados en trabajar con hidrógeno y puertos, que actualmente un contratista nacional local está diseñando la infraestructura de una futura zona de barcos.
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