Empresas, supermercados y el propio Gobierno coinciden en que los precios de alimentos y bebidas se aplanaron en abril. Celebran en las oficinas oficiales. La caída del consumo es tan fuerte –los datos de marzo de la consultora Scentia revelaron una contracción en los volúmenes del 7,5% interanual– que ni siquiera las promociones consiguen impulsar la demanda, muy afectada por la caída de los salarios reales en un contexto de reordenamiento de los precios relativos. Ante este escenario, las empresas de alimentación ya no tienen margen para seguir aumentando sus precios y en muchos casos se han producido descensos en el último mes, reconocieron las fuentes consultadas.
Por otro lado, desde que el Gobierno liberalizó las importaciones de alimentos -acortando plazos de pago y otorgando beneficios fiscales- los supermercados activaron sus esfuerzos comerciales para evaluar comprar en el exterior algunas categorías de productos que pudieran tener precios competitivos. Ha pasado más de un mes desde que se oficializó la medida, y muchas cadenas ya compraron en el extranjero algunos alimentos que no comercializaban y aparecieron en los lineales.
“Estamos trayendo conservas vegetales, pescado, fideos y algunas galletas de Paraguay y Brasil. Ahora se viene una feria de alimentos muy grande en Brasil y van varios comerciales del sector”, afirmaron desde un supermercado. Y agregaron: “Nos da una herramienta que no teníamos para discutir el precio localmente”.
Las empresas de alimentación ya no tienen margen para seguir aumentando sus precios y en muchos casos se han producido descensos en el último mes, reconocieron las fuentes consultadas.
Los datos de precios que maneja el Ministerio de Comercio del Sistema Estadístico de Precios (SEPA) indicaban, hasta este martes, que el incremento promedio de la canasta alimentaria en las grandes cadenas ronda el 5%, la mitad de lo que aumentaron durante marzo. El mes pasado, el Indec reflejó una inflación general del 11% y un aumento del 10,5% en el rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas”. “Este mes bajó a la mitad. Aunque nos preocupan algunos precios, como el del pan, ahora han empezado a bajar. Se están adaptando, están convergiendo”, dijo esperanzada una fuente del Gobierno.
El equipo de Comercio, liderado por Pablo Lavigné, viene observando con preocupación algunos casos como el de Bimbo, líder del mercado de panadería, que acumula fuertes alzas desde diciembre y que comercializa sus productos a precios en dólares mucho más caros que en los países vecinos. De hecho, en un recorrido que el secretario realizó semanas atrás a una sucursal de una cadena de supermercados, quedó sorprendido por el valor del paquete de 500 gramos de pan marca Artesano, fabricado por Bimbo. “Cuesta casi 6 dólares, frente a los 3 dólares en Uruguay. “Estamos evaluando importarlo porque se trae congelado y tiene una vida útil de 12 días”, dijeron en la red.
También hubo molestia por las subidas de refrescos, y con los fabricantes de cerveza, pero el Gobierno reconoce que “ahora las empresas bajaron algunos precios y lanzaron promociones”. En el caso de Quilmes, anunció el congelamiento del precio de su botella de litro retornable por tres meses (Pacto de Quilmes). Coca Cola, por su parte, redujo el valor de algunos de sus envases debido a la eliminación de acciones comerciales que cuestionó el ministro de Economía, Luis Caputo (2° al 70%, por ejemplo). En el AMBA, por ejemplo, la botella de 1,75 litros se puede encontrar en cadenas y tiendas por 1.200 pesos.
Según los datos surgidos del sistema SEPA, al que tuvo acceso Infobae, la variación promedio de los precios de los últimos 30 días de la canasta de alimentos (con frescos), bebidas, cosméticos y artículos de tocador e higiene fue del 6%, versus el 11,2% del mismo período del mes pasado y el 16,7% de febrero. Sin los nuevos, el incremento fue del 5,6%, frente al 12,4% de marzo. Y si se consideran sólo alimentos y bebidas, sin productos frescos, el incremento promedio, según el sistema estadístico oficial, alcanzó el 5,3 por ciento. De ahí el optimismo oficial y la expectativa de que este mes la inflación general no supere el dígito.
El listado de variaciones de los distintos productos de la canasta analizada revela que, al 23 de abril, los condones son los que más han aumentado en lo que va de abril en las cadenas de supermercados (22,3%), seguido de los postres y flanes (15,1%) y, en tercer lugar, los quesos, con un aumento del 10,2%. Los productos de pan, por su parte, subieron un 5,8% y las mermeladas y dulces, un 8,9%. La mayoría de los alimentos y bebidas registraron alzas moderadas, o incluso bajadas, como en el caso de las pastas secas, cuyo precio promedio cayó el 2,1% en el acumulado del mes.
“En diciembre tuvimos 40.000 cambios de precios en el mes. En enero, 15.000. Y en lo que va de abril solo hemos tenido 240 cambios de precios”, afirmaron en cadena. Los motivos, ya mencionados, tienen que ver con la fuerte caída de la demanda, que este mes ronda el 10% en unidades respecto al mismo mes del año pasado, adelantaron analistas de consumo masivo y los propios supermercados. El peor rubro en ventas sigue siendo el de los electrodomésticos, que ha sufrido un descenso interanual del 45%, y otros que no son almacenes, como el textil, también sufren una caída del 30% o más.
