La oficina de prensa del fiscal general federal de Alemania está muy ocupada estos días: “Detención por presunta actividad de un agente del servicio secreto” es el titular de un comunicado de prensa del 23 de abril. Un comunicado de prensa del día anterior tenía exactamente el mismo titular. En ambos casos, los cuatro sospechosos (tres hombres y una mujer) supuestamente espiaban para China.
Y una noticia del 18 de abril se refiere a dos hombres que supuestamente planearon ataques contra objetivos militares en Alemania en nombre de Rusia. El titular dice: “Detenido por actividades de agentes de inteligencia y pertenencia a una organización terrorista extranjera, República Popular de Donetsk”.
Los objetivos globales de China
Lo que está sucediendo no sorprende a Thomas Haldenwang, jefe del servicio nacional de inteligencia de Alemania (Oficina para la Protección de la Constitución). Lo que su agencia cree que China es capaz de hacer se puede leer en el informe sobre la protección de la Constitución publicado en 2023: “Las ambiciones globales de China apuntan a ganar más poder para dar forma a su propio reclamo de organización y liderazgo, y “se puede esperar que conduzcan a una mayor intensificación de las actividades de espionaje”.
El jefe del servicio de inteligencia alemán también habló sobre la posible amenaza en un simposio organizado por la Oficina para la Protección de la Constitución en Berlín, que tuvo lugar el día del arresto de tres presuntos espías. A la pregunta de DW sobre la estrategia de espionaje del país, Haldenwang respondió: “China quiere ser la primera potencia política, militar y económica del mundo en 2049. Este objetivo se persigue continuamente: por medios legales, pero también por medios ilegales”.
Campos clásicos del espionaje: universidades y empresas
Un ejemplo de ello es el despliegue de académicos y estudiantes chinos visitantes en universidades alemanas. “Estas personas están obligadas a transmitir información al Estado”, afirma Haldenwang. La ministra alemana de Educación e Investigación, Bettina Stark-Watzinger, también se toma en serio esta advertencia: “No debemos ser ingenuos en nuestras relaciones con China”, afirma la ministra. Lo que se necesita es una “sesoración aún más crítica de los riesgos y beneficios de la cooperación, especialmente en la ciencia y las universidades”.
Esta es también la opinión de la Oficina para la Protección de la Constitución cuando examina la economía. Con cada empresa conjunta e inversión directa, directivos y otro personal de China también llegan a Alemania, dijo el presidente Haldenwang, identificando una puerta potencial para el espionaje: “Los secretos comerciales también pueden llegar a China”.
En busca de hombres y mujeres prorrusos
Haldenwang espera que el espionaje ruso también siga aumentando. Para ello es necesario contratar nuevo personal. Poco después del inicio de la guerra de Ucrania, Alemania ya había expulsado a unos 40 agentes sospechosos acreditados ante la embajada rusa en Berlín. Sin embargo, según se informa, esto se ha compensado desde entonces.
El presidente ruso Vladimir Putin también tiene en la mira a las personas de origen ruso que viven en Alemania. “Hasta ahora, la comunidad ha demostrado ser muy resistente”, subraya Haldenwang. Sin embargo, también hay casos aislados de personas de este círculo que simpatizan con Putin y Rusia. “En este sentido, puede haber aquí una reserva de personas dispuestas a actuar también en interés de Rusia”.
(gg/ers)
