El proceso continúa este lunes, tras completarse el viernes la selección de los 12 jurados y seis suplentes que oficiarán en este juicio altamente mediático y que acapara amplia atención en la prensa aquí.
Trump tendrá que responder de los 34 cargos que se le imputan, relacionados con la falsificación de registros comerciales para encubrir pagos en 2016 a la actriz porno Stormy Daniels, quien afirmó haber tenido un romance con el magnate neoyorquino en 2006.
Daniels recibió 130.000 dólares, que luego le entregó el abogado y encubridor Michael Cohen para mantener la boca cerrada en medio del lanzamiento de la primera campaña presidencial de Trump.
Cohen es considerado el testigo estrella en este caso que mantendrá al eventual candidato del Partido Republicano en 2024 más tiempo en los tribunales que en la campaña electoral de los próximos dos meses.
“Debería estar en New Hampshire. Debería estar en Georgia. Debería estar en Carolina del Norte y del Sur. Debería estar en 100 lugares haciendo campaña. Pero estoy aquí todo el día en un juicio que es realmente injusto”, dijo Trump al salir del tribunal la semana pasada.
Para el resto de casos de su madeja legal, Trump tendrá que responder por delitos que van desde sustraer documentos secretos de la Casa Blanca hasta conspirar para aferrarse al poder al intentar anular las elecciones que perdió ante Joe Biden en noviembre de 2020.
El juez Juan Merchán también tiene previsto celebrar mañana una audiencia para determinar si Trump será declarado en desacato al tribunal, ya que se encuentra bajo orden de silencio desde el 26 de marzo, que le prohíbe hablar públicamente sobre testigos, fiscales, personal judicial, miembros. del jurado, así como familiares del juez Merchán y del fiscal Alvin Bragg.
Trump insiste en que se trata de una caza de brujas por parte de los demócratas porque, según él, es la única forma en que creen que pueden ganar. “Pero no va a funcionar”, enfatizó.
Por su parte, Biden se burló de su oponente político durante una visita a Pittsburgh, donde habló en un evento de trabajadores siderúrgicos.
“Durante el mandato de mi predecesor, que ahora está un poco ocupado, Pensilvania perdió 275.000 puestos de trabajo”, comentó, refiriéndose al juicio.
Faltan menos de siete meses para las elecciones en Estados Unidos. Ambos esperan tener una pelea de revancha, sólo que las condiciones de 2020 no son las de 2024, pero en política, y menos en este país, las bolas de cristal no existen.
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