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14 de abril de 2024, 11:28
Fue el jefe de la Dirección de Asuntos Especiales de la DGCIM, Teniente Coronel (GNB) Alexánder Granko Arteaga, quien informó a Tareck Zaidan El Aissami Maddah, que deberá acompañar a los funcionarios de la Policía Nacional Anticorrupción (PNCC), asignados a del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) que había llegado en cinco unidades policiales. Con excusa o sin ella, El Aissami fue una pieza muy ruidosa de la ola que el régimen venezolano necesita en periodo electoral para dirigir la agenda informativa, tal como lo hizo en las elecciones presidenciales de 2018.
Por Sebastiana Barráez / Infobae
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El ex ministro de Petróleo, que acababa de llegar de correr, acompañado de un oficial, no resistió, entendiendo que había llegado el momento de su colapso total. Poco después, fotografiado y grabado en todo momento, es recluido en el penal de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Fuerte Tiuna; El lugar es la última celda, la misma que ocupó, hasta el 21 de enero de 2023, la de su archienemigo, el MG (Ex) Miguel Rodríguez Torres.
El sector B, que curiosamente tiene la letra A, está siempre con los barrotes cerrados. También sirvió como prisión, por un tiempo, para el General en Jefe (Ex) Raúl Isaías Baduel y el GB (GNB) Héctor Armando Hernández Da Costa. De ese penal sacaron, en horas de la mañana, a los coroneles (GNB) Juan Francisco Rodríguez Dos Ramos y Ramón Alí Peñalver Vásquez y a los generales de brigada Jorge Luis Gómez Pimentel, exgerente de CVG Logística y Protección Integral de SIDOR así como jefe de la DGCIM en del estado Bolívar e Ildderf Ibarra Tallupe, exdirector de Operaciones de la DGCIM.
En esa pequeña prisión, de 12 celdas, que fue remodelada en 2022, todo está registrado y monitoreado. Tiene un comedor que sólo utilizan los conserjes. El patio que conduce a la celda de El Aissami está pintado de verde y rojo; Tiene un aro de baloncesto. Es un lugar donde hace mucho calor, hay muchos mosquitos que atacan sin piedad por las noches y salen ratas que son la única compañía viva de los presos. El salón es el lugar de visita de los familiares, a quienes no se les permite tocar al detenido.
La celda donde hoy se encuentra el otrora poderoso ministro del Petróleo es pequeña, no tiene ventana y tenía un televisor que fue retirado del lugar antes de ingresar a Tareck El Aissami. A Samark López lo retuvieron en otra celda. Sólo ellos están ahí.
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