A partir de esta temporada, Quienes se aventuren a escalar el Everest deberán llevar una bolsa especial en el que realizar las deposiciones, y conservarlo hasta completar el descenso de la montaña.
La nueva medida viene a solucionar un problema peculiar y repugnante: Los escaladores hacen caca al aire libre. y se estima que existen alrededor de 3 toneladas de excrementos humanos esparcidos por la emblemática montaña.
El Everest, la cima del mundo, acoge cada temporada a cientos de alpinistas. Mientras permanecen en el campamento base, Atiende sus necesidades fisiológicas en carpas que funcionan como bañoscon barriles preparados para almacenar los excrementos.
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Pero cuando inician el ascenso, la logística se complica. Alguno cavan pozos, pero a medida que se asciende a la montaña, los baños se vuelven “al aire libre”.
Se estima que gran parte de los residuos se encuentran en la zona del Collado Sur, a 7.906 metros de altura, último hito antes de emprender el camino hacia la cumbre.
Porque en estas altitudes hay poca nieve y las temperaturas pueden alcanzar los -42 °C, según las autoridades. el lugar se ha convertido en un “gran baño al aire libre”donde los excrementos humanos no se degradan y quedan expuestos sobre las piedras.
La organización no gubernamental Comité de Control de la Contaminación de Sagarmatha (SPCC) estima que hay más de tres toneladas de excrementos humanos entre la base del Everest y el campo cuatro, hacia la cumbre.
Este panorama ha ido empeorando. “Recibimos denuncias de que se ven heces humanas en las rocas y que algunos escaladores se enferman. Esto no es aceptable y erosiona nuestra imagen”, afirmó Mingma Sherpa, presidente del municipio rural de Pasang Lhamu.
Bolsas para guardar excrementos
El Comité de Control que administra el Monte compró 8.000 bolsas para almacenar excrementos, que se repartirán entre visitantes y personal de apoyo durante esta temporada. Las bolsas contienen químicos y polvos que solidifican los excrementos y los desodorizan.
A partir de ahora, cada escalador deberá llevar estas bolsas especiales y tenerlas consigo durante todo el recorrido, incluido todo el descenso.
Se estima que cada persona “produce” 250 gramos de caca al día, y sólo el último tramo del Everest tarda unos 14 días en ascender. Se trata de más de 3,5 kilos que cada expedicionario deberá cargar en su regreso a base. “Queremos brindarles dos bolsas, cada una de las cuales se puede utilizar entre cinco y seis veces“Explicó Chhiring Sherpa.
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“Sin duda es algo positivo y estaremos encantados de poder hacer nuestra parte para que esto sea un éxito“dijo Dambar Parajuli, presidente de la Asociación de Operadores de Expediciones de Nepal.
