La falta de pesticidas necesarios y las altas temperaturas provocaron la propagación de insectos, lo que, a su vez, provocó un aumento de enfermedades de la piel en niños y adultos, destacó.
El municipio denunció que la campaña bélica israelí, iniciada el 7 de octubre, provocó “una gran catástrofe sanitaria y medioambiental en la ciudad y el agotamiento del combustible”. En repetidas ocasiones las autoridades de la ciudad advirtieron sobre la crisis por la falta de alimentos y agua.
Antes de la guerra, la población del territorio consumía 90 litros de líquido al día, ahora sólo dos, subrayó recientemente el portavoz municipal Hosni Muhanna.
El funcionario atribuyó la grave escasez a los daños a las instalaciones y redes de agua como resultado de los ataques israelíes a la infraestructura del territorio.
Muhanna explicó que el Ejército destruyó 40 pozos de agua, nueve tanques, 42 mil metros lineales de redes y 500 válvulas de diferentes diámetros.
Un informe del Centro de Operaciones de Emergencia Sanitaria de la Franja reveló esta semana que se reportaron más de un millón de casos de enfermedades infecciosas en el territorio debido al hacinamiento y las malas condiciones higiénicas provocadas por la agresión.
Precisó que se registraron 31 mil 348 casos de hepatitis A, 578 mil 845 de infección respiratoria, 318 mil 321 de diarrea aguda y 52 mil 329 erupciones cutáneas.
A estos se suman 47.922 casos de piojos, 35.336 afectados por sarna y 7.643 casos de viruela.
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