Científicos del Instituto de Ciencias Gulbenkian en Oeiras, Portugal, Crearon por accidente un embrión de ratón con 6 patas. Según la revista Nature, Las extremidades adicionales del roedor están ubicadas donde deberían estar sus genitales..
Resulta que, Los expertos estaban estudiando las proteínas receptoras de los roedores durante su desarrollo embrionario, en concreto una llamada Tgfbr1. Así, descubrieron que los cambios en la estructura tridimensional del ADN pueden afectar el crecimiento de los embriones.
Pero el experimento no salió como se esperaba. Los científicos en cuestión inactivó el gen Tgfbr1 en embriones de ratón que estaban casi en la mitad de su desarrollopara ver cómo esto podría afectar su médula espinal.
Sin embargo, el cambio en esta proteína fue mucho más allá. Tiempo despues, El equipo notó que los genitales de estos ratones en realidad parecían extremidades, y cuando crecieron un poco más, notaron que efectivamente ese era el caso.. Además, algunos de sus órganos crecieron fuera de su cuerpo.
Moisés Mallo, biólogo a cargo de la investigación, mencionó que su descubrimiento llevó el estudio por un camino inesperado y que “yo no elegí el proyecto, el proyecto me eligió a mí”.
¿Por qué un ratón de 6 patas?
Según la ciencia, en la mayoría de los animales de 4 patas, Los genitales externos y las extremidades se desarrollan en un embrión bajo las mismas estructuras genéticas primordiales..
Pero con el experimento que implicó inactivar Tgfbr1, descubrieron que Esta proteína, al menos en ratones, se encarga de dirigir las estructuras genéticas para que se conviertan en miembros o genitales.
Según el estudio, que fue publicado este mes en Nature, La proteína altera la forma en que el ADN se pliega en células de estructuras primordiales. Luego, cuando estaba inactivo, cambió la actividad de otros genes, lo que provocó que el embrión del ratón eventualmente se desarrollara con un par adicional de extremidades en lugar de genitales.
Los científicos esperan saber si Tgfbr1 y otras proteínas similares pueden influir en las estructuras del ADN de otros sistemas, para aplicar este método en enfermedades como el cáncer metastásico, por ejemplo.
