En las calles de Los Ángeles, un hombre estaba luchando contra sus demonios internossumido en la adicción y la desesperanza. Su nombre es Khalil Rafati.y su historia es un testimonio de la resiliencia humana y la capacidad de reinventarse, contra todo pronóstico, hasta convertirse en millonario.
Nacido en Ohio, hijo de madre judía polaca y padre palestino, Khalil tuvo una infancia turbulenta. Sus padres eran refugiados de guerra en sus respectivos países y Rafati dice que ninguno de los dos estaba preparado para asumir la responsabilidad de tener hijos. Dejó la escuela sin graduarse y fue arrestado por vandalismo y robo. Con sueños de grandeza, se mudó a Los Ángeles a los 21 años con la esperanza de convertirse en una estrella de cine. Pero el destino tenía otros planes.
La carrera como actor de Khalil nunca despegó, y aunque logró ganarse buenos ingresos lavando coches para estrellas de Hollywood, pronto empezó a incursionar en las drogas. A partir de ese momento vino la debacle, su vida entró en una espiral descontrolada, que le llevó a dormir en cajas de cartón con otros adictos y a vender drogas para sustentar su propia adicción. Khalil incluso pasó dos años en prisión antes de su redención.
“Recogía cigarrillos del suelo y luego los fumaba, compartía agujas con personas sin hogar”dice Khalil en el documental Malibu Stories, que narra su vida.
A sus 33 años, Khalil se enfrentaba a su novena sobredosis de heroína.. Los paramédicos lucharon por salvarle la vida, y en ese momento crítico, Khalil tomó la decisión que cambiaría su destino: dejar las drogas y reconstruir su vida.
Después de cuatro meses en rehabilitación, salió libre de drogas y con una nueva visión. Fundó Riviera, un centro para drogadictos y alcohólicos., ayudando a otros a encontrar el camino hacia la recuperación. Pero su verdadero éxito llegó con la creación de Sunlife Organics, cadena de zumos de frutas y verduras eso lo catapultó al estrellato empresarial.
Todo empezó cuando en el centro de rehabilitación que dirigía comenzó a preparar jugos a base de frutas y verduras, El objetivo era fortalecer las defensas de los pacientes en tratamiento.pero inmediatamente se difundió el rumor y Empezó a llegar gente que quería probar esos batidos. Que buena prensa tuvieron.
Poco después, el actual empresario logró obtener un préstamo y abrió así su primera tienda de venta al público de sus zumos y batidos de frutas y verduras, que hoy son un éxito. Una de las claves de su negocio son los llamados “superalimentos”Es decir, los jugos y batidos de la empresa tienen muchos ingredientes nutritivos y su combinación de agradable sabor resulta ser una poderosa combinación natural para la salud.
Por ejemplo, SunLife Organics tiene un batido llamado Alchemist que tiene col rizada, pepino, espinacas, hinojo, menta, limón, jengibre y aloe vera. Otro, con el que se hizo famoso, se llama Wolverine, y lleva plátanos, mantequilla de almendras crudas, granos de cacao crudos, dátiles, maca, polen de abeja, leche de almendras y jalea real.
Por aquí, con ventas anuales de más de US$6 millones y planes de expansión a otros estados y JapónKhalil transformó su vida y se convirtió en un ejemplo de superación y éxito. Su libro “Olvidé morir”inspira a otros a crear cambios y ganar la batalla contra las adicciones.
