María Félix Fue una de las mejores actrices de su época y, hoy, es una leyenda del cine mexicano y del espectáculo nacional. Su legado en decenas de películas la ha convertido en una figura emblemática y representativa de nuestro país.
De “La Doña” se dicen muchas cosas, una de estas es la belleza espectacular con el que conquistó el corazón de toda una nación. ¿Pero cómo se mantuvo joven y hermosa? Además de su estilo de vida saludable y las cremas carísimas que probablemente usaba, era una gran fanática de un caldo mexicano que, según decía, mantenía su piel sana.
Elena Poniatowskauna de las escritoras más importantes de la literatura nacional, revela en su libro Dos veces únicoque disfrutó María Félix de jugo de carne acompañado de zanahorias crudas durante sus visitas a un reconocido restaurante en la calle Liverpool de la Ciudad de México. Este platillo era el favorito de Doña no sólo por su sabor, sino por las propiedades que supuestamente beneficiaban la salud de su piel.
Además de la comida, la famosa actriz. Se bañaba todos los días con agua fría., esto se debe a los excelentes beneficios que tiene, como el efecto tensor que provoca en la piel. Además, La Doña era enemiga de lavarse el pelo todos los días. No lavarse el cabello a diario es una recomendación respaldada por especialistas en dermatología y cuidado capilar por diversos motivos relacionados con la salud del cuero cabelludo y la calidad del cabello.
El cuero cabelludo produce sebo, una sustancia oleosa que tiene la función de hidratar y proteger tanto el cuero cabelludo como el cabello, manteniéndolo sano, brillante y flexible. Lavarse el cabello a diario puede eliminar estos aceites naturales, dejándolo seco y quebradizo.
Bañarse con agua fría es una práctica que, más allá de despertar el cuerpo, aporta múltiples beneficios para la salud física y mental. Entre los más destacados se encuentran:
- Mejora la circulación sanguínea.: El agua fría provoca una reacción en el cuerpo que ayuda a que la sangre se mueva más eficientemente hacia los órganos internos, mejorando la circulación. Esto se traduce en una mejor oxigenación y nutrición de los tejidos del cuerpo.
- Fortalecimiento del sistema inmunológico.: Los estudios sugieren que el hábito de bañarse con agua fría puede aumentar la producción de glóbulos blancos y otros compuestos que mejoran la respuesta inmune del cuerpo a los patógenos.
- Reducción de estrés: La exposición regular al agua fría aumenta la tolerancia del cuerpo al estrés. Esto se debe a una disminución de los niveles de ácido úrico y un aumento del glutatión, lo que ayuda a mantener el equilibrio del organismo y gestionar mejor el estrés.
- Estimulación de la pérdida de peso.: El agua fría puede favorecer la pérdida de peso activando el tejido adiposo marrón, responsable de generar calor corporal. Esta activación aumenta el gasto energético del organismo, ayudando a quemar calorías.
- Mejora el estado de ánimo y la energía.: Ducharse con agua fría provoca la liberación de endorfinas, conocidas como “hormonas de la felicidad”. Esto puede conducir a una mejora del estado de ánimo, además de proporcionar una sensación natural de energía y vitalidad.
Es importante mencionar que, si bien bañarse con agua fría ofrece estos beneficios, quizás no sea recomendable para todas las personas. Las personas con condiciones de salud específicas, como problemas cardíacos o hipertensión, deben consultar con un profesional de la salud antes de incorporar esta práctica a su rutina diaria.
