Emilia Pérez Castellanosmás conocido en el mundo del arte internacional como Ninón Sevillaes considerada la máxima figura del cine rumberas en México por sus múltiples aportes durante la Época de Oro del Cine Mexicano.
Incluso su protagonista más recordada es ‘Elena Tejero’ en ‘Aventurera’ (1950), pues no sólo marcó un parteaguas para futuras producciones llenas de sabor cubano en ambientes mexicanos, sino que también ayudó a lanzar su carrera hasta consolidarse como un ícono.
Muchos recuerdan a la artista cubana por sus papeles cinematográficos, pero muy pocos saben que antes de brillar en el cine, debutó como actriz en un famoso escenario mexicano. Se trata nada más y nada menos que del Teatro Líricoubicado en el número 46 de la República de Cuba -antes Calle del Águila-, Centro Histórico, código postal 06010, Ciudad de México.
Sin embargo, según la información compartida por el periodista Enrique Vidal en el canal de YouTube SedecultaNinón Sevilla habría debutado en el Teatro de garganta cortada de Guadalajara, Jalisco, porque: “Los artistas que actuaban allí (Teatro Lírico) estaban tardando más”.
Lo cierto es que la artista cubana actuó en ambos teatros cuando inició su carrera en México en 1946. Su fama creció como la pólvora, pues en cuestión de meses captó la atención del reconocido director y productor de cine mexicano José Días Morales, quien la contrató para que pudiera sacar sus mejores pasos en la película ‘Carita del cielo’ (1947).
Allí, Ninón Sevilla compartió créditos con María Elena Marqués, Antonio Badú, Queta Lavat, Fernando Soto ‘Mantequilla’, Jorge Mondragón y Pepe Guizar.
Las películas mexicanas que protagonizó Ninón Sevilla durante su carrera están disponibles en diversas plataformas de streaming y YouTube.
El famoso recinto donde Ninón Sevilla habría debutado hace casi ocho décadas, fue inaugurado en 1907 y fue cuna de importantes obras hasta 2002. Durante su historia como centro de entretenimiento nacional, sufrió remodelaciones en 1935, 1965 y 1985 por diferentes motivos, siendo este último el más grave de todos. Y lamentablemente resultó dañado por el terremoto ocurrido el 19 de septiembre en México.
Actualmente solo queda su fachada en el número 46 de la República de Cuba, una infraestructura que con el paso de los años fue olvidada y la luz de lo que alguna vez fue un prestigioso teatro se apagó con vidrios rotos y graffitis.
