El mercado vuelve a sorprender bajando el precio de más de 26 millones de euros por este exquisito bodegón, titulado el melón cortado (1760), que fue la obra más destacada de la subasta de Antiguos Maestros en la que también se subastaron cuadros de Watteau y Hubert Robert, entre otros.
En esta obra, como publicamos el 6 de junio, el pintor optó por un formato ovalado, muy poco habitual en su producción, con el objetivo de resaltar el atributo de intimidad que quería conferir a la escena. Quizás el pintor parisino quiso suspender el tiempo en aquellas atmósferas poéticas que solía crear, un halo mágico que surgía de su paleta.
el melón cortado Fue expuesto por primera vez en 1761 y luego pasó por varias colecciones privadas, entre otras la de François Martial Marcille, más tarde la del comerciante Stéphane Bourgeois que lo adquirió para la baronesa Nathaniel de Rothschild, quien supo armar un gabinete de tesoros. Sus descendientes decidieron vender esta obra a través de la subasta celebrada ayer en Christie’s París.
Jean-Simeón Chardin (París, 1699) se especializó en naturalezas muertas y en reflejar en sus obras aspectos de la vida cotidiana. Fue sobrio en su paleta de colores pero muy detallista en los elementos que fijó en sus óleos, que contrastaban con el barroco imperante en el siglo XVIII. Vivió hasta los 80 años y legó a la posteridad una cuerpo de obras cada vez más reconocidas por museos y coleccionistas, entre otros La línea, La bendición o los dos bodegones que han conseguido dos récords consecutivos en subastas: Cesta de fresas y El melón cortado, con 24 y 26,73 millones, respectivamente.
