Carles Guerra repasa la colección de Es Baluard y encuentra nuevas conexiones en ‘Normopatías’ – .

Carles Guerra repasa la colección de Es Baluard y encuentra nuevas conexiones en ‘Normopatías’ – .
Carles Guerra repasa la colección de Es Baluard y encuentra nuevas conexiones en ‘Normopatías’ – .

El experto en arte Carles Guerra ha repasado la colección de Es Baluard y ha establecido una conexión entre diferentes obras que muestra en Normopatías, exposición que se inaugurará este jueves en el Espacio C del museo. Una entrevista que realizó al antropólogo Jack Goody En 2015 es el punto de partida de su selección, que gira en torno a cómo la escritura ordena la sociedad y cómo todo lo que no encaja en esa norma se invisibiliza.

Él y el director de Es Baluard, David Barro, presentó ayer esta exposición que reúne piezas creadas entre la posguerra europea y las dos primeras décadas de este siglo, tanto de artistas locales como de fuera de las Illes Balears. Carles Guerra invitó ayer a todos a buscar su propia conexión, su propio “lenguaje privado”, como sostenía Wittgenstein. “Un mismo trabajo puede servir para estimular debates muy diferentes”, añadió.

Los artistas, las artistas

La exposición está compuesta por pinturas, fotografías, vídeos y esculturas de Helena Almeida, Toni Amengual, Mercedes Azpilicueta, Erwin Bechtold, Irma Blank, Miriam Cahn, Helmut Dorner, Vicente Escudero, Will Faber, Mounir Fatmi, Jean Fautrier, Lara Fluxà, Alberto García-Alix, Susy Gómez, Núria Güell, Petrit Halilaj, Peter Halley, Lawrence Abu Hamdan, Richard Long, Ibrahim Mahama, André Masson, Joan Morey, Tim Noble & Sue Webster, Lydia Ourahmane, Javier Peñafiel, Perejaume, Walid Raad / El Grupo Atlas, Antoni Tàpies, Juan Uslé, Eulàlia Valldosera y Wols.

Las conexiones personales del comisario con algunos de los artistas también han servido para seleccionar las piezas. La proyección de la entrevista que realizó a Goody abre esta exposición, en la que una instalación de Eulàlia Valldosera ocupa un gran espacio. Lo creó a finales de los años 90 del siglo pasado, cuando la artista decidió dejar de fumar. En el centro de una lona de cuatro metros cuadrados acumuló un montón de colillas, como si fueran el ombligo de una superficie manchada de ceniza.

Otra de las piezas fuertes de Normopatías es la conexión entre el video la feria de las floresde Nuria Güell, en el que un grupo de menores víctimas de explotación sexual comentan las obras de Botero, y el cuadro Mirar, de Miriam Cahn, que exige que su obra esté colgada a cierta altura para que la mirada del visitante se centre directamente en él. los de la mujer retratada mostrando sus genitales.

 
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