¿En qué edificio de Valencia te encerrarías todo el verano?

¿En qué edificio de Valencia te encerrarías todo el verano?
¿En qué edificio de Valencia te encerrarías todo el verano?

VALENCIA. Un lugar. Desde Valencia o cerca de Valencia. Para trabajar o descansar con total salud. O tal vez por ambas cosas. Real o no tanto. Abierto o completamente inaccesible. ¿Dónde pasarías el verano valenciano si pudieras colarte íntegramente en un distrito?

Con este planteamiento, algunas de las personas que, a través del arte, el periodismo y la imagen, mejor se relacionan con los lugares, planifican su verano ‘enclaustradas’.

Convento de la Trinitat

El diseñador Ibán Ramón Lo haría en el Convent de la Trinitat, donde, quizás, pasaría un mes “casi encerrado”. Me imagino que hace fresco dentro de sus paredes. No hacer nada, como mucho pasear por sus patios y leer, investigar su historia desde su fundación, imaginar el momento en que allí estallaron los mayores escándalos sexuales de la ciudad, hasta que María, esposa de Alfonso el Magnánimo, puso fin. y final de la fiesta, iniciándose el nuevo y actual convento y trasladando allí a las monjas clarisas de Gandía. Me gusta su ubicación, en un lugar tranquilo (extramuros), pero cerca del centro. Caminando hacia el norte por la tarde, llegaba a Alboraya para tomar una horchata y regresaba a la corrida de toros al anochecer. Creo que ahora mismo está vacío, que lo limpien y en unas semanas estaré allí”.


Casa Museo Mariano Benlliure

Virginia Lorente, director de Valencia Atípica, elegiría la Casa Museo de Mariano Benlliure, ilustrando en el jardín. “Pintar por pintar, sin encargos ni entregas, rodeada de obras de arte… ¡que vengan a visitarme las musas! Y también amigos, porque a ese paellero le vamos a dar un uso increíble. No se me ocurre mejor lugar que ese jardín para veranear refugiándose del calor a la sombra de los árboles, jazmines y palmeras, junto al Jardín del Túria. “Imaginar largas noches de agosto compartiendo cenas y risas en uno de los lugares más privilegiados de la ciudad, ¡qué lujo!”

La misma decisión se toma Silvana Andrés, artista, cofundador de Arquilecturas. “Me viene bien una casa en el centro con jardín y estudio de pintura. Soy una persona facilitadora y ordenada, mantendría en buen estado la casa y el jardín. No me opondría a que siguieran viniendo turistas, los invitaría a limonada y coca en llanda. Por las mañanas me encerraba en el estudio de pintura y por las noches preparaba brasas de sardinas de San Juan. Sé que el olor puede resultar molesto para el barrio, pero pensé en invitarlos a cenar y los gané. Por cierto, espero que también admitan a mi perro Otto, él y yo vamos en manada, le haría mucha ilusión pasear todos los días por el cauce del río Turia”.

El Espai Verde

Enric Pastor (editor Revista Manera) se atrincheraría en L’Espai Verd, “siempre a la sombra, con buenos libros y mejor compañía, soñando durante la siesta con la poderosa materialidad del edificio y las miles de combinaciones espaciales de sus miradores escalonados, fuentes y apartamentos que encajan en su colosal cuadrícula. Este edificio reúne muchas de mis cosas favoritas en arquitectura y paisaje: las utopías constructivas, el imponente hormigón armado, el brutalismo suavizado con vegetación, las estructuras modulares que parecen de ciencia ficción y unas vistas increíbles de l’Horta Nord que aún resiste el empuje. . de la metrópoli. “Es el oasis urbano perfecto en Valencia.”

Casa Eje (L’Eliana)

Mientras Patricia Moreno (periodista de Vogue, GQ, AD…) ampliaría el ámbito metropolitano hasta llegar a Casa Axis. “No estuve en el famoso cumpleaños de Felipe Pantone para verlo desde dentro, así que me quedo con lo que me transmiten sus imágenes: es un buen lugar, sin duda, para desconectar. Si consigues no querer fotografiarlo todo, claro. Pero la verdad es que cuando recibo esta pregunta en medio del burnout previo a las vacaciones pienso en las comodidades de un hotel y me conquistan. La Novieta, Yours o Helen Berger también me harían muy feliz con sus agradables estancias y buena conexión WiFi porque sí, como autónomo, la mayor parte de la temporada de verano la pasaré trabajando. Sin ser un nómada digital, ni nada por el estilo”.

Edificio Moroder

Nuel Puig, director de nuelpuig.studio, se quedaría muy céntrico mirando desde el edificio Moroder-Gómez (1965) de Miguel Fisac. “Por su sencillez y su historia, es una de las mayores joyas desconocidas de la arquitectura valenciana. Esta construcción me recuerda la portada de un libro de Fisac ​​que era de mi abuelo, que era arquitecto, y siempre me fascinó desde pequeña. Creo que su inspiración japonesa, esos ventanales únicos y la relación que hay con el interior-exterior lo convierten en un tesoro para disfrutar de un verano sobre el asfalto”.

Xanadú, Calp

Mirando al sur, David Faubell, creativo y arquitecto (faubell.iannolo), sería recogido en Xanadú por Ricardo Bofill, el ‘otro Bofill’ de Calp. “Tiene una arquitectura única y su color hace que se mimetice con la naturaleza. Lo que más me gusta de este edificio es la geometría interior que tiene, trabaja mucho la curva y lo impresionante de veranear allí sería poder disfrutar de las vistas que tiene, ya que juega con la superposición de diferentes planos. que enmarcan el Mar Mediterráneo y el Peñón de Ifach.

El Ágora

A Miguel Arráiz, arquitecto y creativo, se encontraría en una nave de La Marina, con los restos desmantelados del Ágora de la Capital Mundial del Diseño. “Creo que sería bonito redescubrir algo que fue un sueño y que ahora pasa por el sueño de los justos, abandonado en un almacén. pasar el verano reflexionando sobre lo efímero, sobre cómo esta ciudad desperdicia sinergias en enfrentamientos sin sentido. Y cuando no estoy filosófico, siempre puedo salir y encontrarme en un lugar tan maravilloso como La Marina para pasar un verano diferente”.

Gavines I (El Saler)

Merx Navarro Subiría a Gavines I. “Estoy enamorado de El Saler, un entorno privilegiado que lo tiene todo para disfrutar durante todo el año. Entre las opciones que se construyeron en su momento, elegiría Gavines I, un proyecto de GODB. Desde pequeño he podido visitar y sus terrazas, el juego de orientaciones, los espacios comunes son un debe para disfrutar de un lugar como El Saler.”

 
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