La pesada levedad del amor en una muestra – .

El amor pesa tanto como la existencia, tanto como la vida, como la muerte. Entonces ¿Cuánto pesa el amor? La pregunta es universal, la respuesta personal. La gran exposición inaugurada recientemente en el Centro Cultural Recoleta toma la pregunta como título y disparador, implementándola a través de más de 120 obras –realizados entre finales de los años 40 y la actualidad– 64 artistas nacionales e internacionales. Son fotografías, instalaciones, videos, pinturas, esculturas, objetos, pertenecientes a instituciones y colecciones públicas y privadas del país.

“Según Nietzsche, el amor nos hace humanos, demasiado humano. El amor es uno de los conceptos más complejos y multifacéticos que existen; Representa una fuerza que transforma nuestras vidas y puede llevarnos al éxtasis o a la máxima desolación. Vida y muerte, en la parábola del amor, juegan un papel crucial en la trama de nuestras historias. Y aunque mi pequeña hija confía en que el amor no tiene por qué doler, para Nietzsche, ‘el amor es un sufrimiento que al menos hay que intentarlo una vez’”, escribe Daniel Fischer, comisario de la exposición.

Fue su hija Yuliana, de 7 años, quien luego de ver en un libro la escultura “Mar de Lágrimas”, de Pablo SuárezConcluyó con la irrefutable y sabia lógica de la infancia, que el amor y el dolor no deben ser compatibles.

Esta escultura de resina de un hombre desnudo, cuyo cuerpo comienza a inundarse de el llanto incesante, nos espera. Sí OK hay núcleosEl enfoque curatorial y expositivo. permite crear el propio camino para los 1.500 metros cuadrados de las salas Cronopios, J y C.

En el centro del primero de ellos, la impresionante instalación de Carlos Herrera nos adentra en una estructura de la que cuelgan flores, textiles, peluches, huesos y más, que el tiempo irá modificando. Es él Homenaje del artista a su padre., florista, con motivo de su muerte. Conmovedor memento mori que recuerda la fugacidad de la vida, los vínculos y las experiencias.

Ulysses Mazzucca, “Nuestro baile de noche”.

una red de flores de cerámica coloridas y delicadas, de Gabriel Baggio, empapela un sector quizás como una oferta más. Se trata de flores negras que emergen del jarrón representado en el cuadro de Daniel García, que recuerda el rostro del amor. Mientras que el escultórico jarrón con flores de Vicente Grondona está tallado en carboncillo. En esta posible constelación que el ojo percibe (entre muchas otras posibilidades) hay las delicadas joyas de Paula Toto Blake y Yanina Faour, inspirada en el trabajo de la primera, donde prevalecen capullos de plantas carnívoras.

El año pasado, hacia el final del anterior gobierno de Recoleta, otra gran muestra bajo el concepto de eternidadtambién curada por Fischer en las mismas salas que la actual, fue muy bienvenido, ya que la comunidad artística consideró que las artes visuales podían volver a tomar fuerza en dicha institución.

Maximiliano Tomásquien asumió la dirección del centro histórico cultural en enero pasado tras el cambio de autoridades de gobierno de la ciudad, asumió un compromiso en ese sentido.

amor al mundo

“El amor como mediación, el amor como sustitutoel amor como espacio distinguible, mutable y mutante que transforma nuestro ADN, el amor como plataforma y como posibilidad de construir otros mundos, el amor que conquista el camino desde la pasión erótica como “amor sin mundo” hasta el agradecimiento a la vida terrestre como “amor del mundo”, como afirma Hannah Arendt”, escribe Fischer.

El grandes ovillos de lana de Teresa Pereda son hitos que alertan sobre la ecología y los caminos recorridos por la artista, uniendo culturas y saberes. “Refugio para una memoria” es el título de la instalación de Alexandra Kehayoglou con una hamaca tranquila y solitaria en medio de la arboleda verde y frondosa de un tapiz textil, esperando o recordando presencias.

Inauguración de la exposición ¿Cuánto pesa el amor? . Foto: Cortesía del Centro Cultural Recoleta.

como él también denso paisaje de fotografías de Ángela Copello como un Edén perdido o recuperado. Mientras tanto, el imponente cuadro de Paula Senderowicz situado en una altura revela un paisaje idílico que advierte de su fragilidad.

El cuerpo con sus conocimientos, emociones, sufrimientos. Está presente en muchas producciones. Una maternidad intrigante propone la fotografía de Nicola Costantino. lo impactante políptico de Ulises Mazzucca muestra cuerpos contorsionándose y bailando que parecen ajustarse a los límites del marco. Mientras en el vídeo de instalación de Silvia Rivas, los cuerpos femeninos entran en lucha con sus propios condicionamientos y posibilidades.

Él también caja textil de Celina Ezeiza propone “Damas cubistas tomadas de la mano”. Y una escena pictórica cromática a modo de retrato familiar incluye un óleo de Nicolás García Uriburu. Faltan cuerpos de mujeres en el camisones de tul de Claudia Casarino quien armó una instalación fantasmal, mientras que el video de Soledad Sánchez Goldar habla de la ausencia de un cuerpo desaparecido forzadamente por la última dictadura militar.

Además, lo que fue, amado y valorado, y ya no anida en la Suite Bogotá-Berlín, de Matilde Marín, quien a través de 22 fotografías recuerdan el histórico hotel berlinés. La obra de Fabiana Barreda remite a los cuerpos, al hogar.

corazones expresivos

No podían faltar los corazones, diferente, expresiva, en los bordados de Claudia Del Río y en las pinturas de Fernanda Laguna. ¿Y una luna romántica? ilumina la oscuridad de un cielo en un acrílico Por Amalia Amoedo.

“Madonna”, de Nicola Constantino. Foto: Cortesía del Centro Cultural Recoleta.

Además, hay abrazos: en el óleo de Carlos Gorriarena donde dos figuras de espaldas a su espalda se abrazan y caminan dejando las huellas de sus sombras, y en la obra de Hernán Marina. El amor también encuentra un lugar metafórico en la idea de trama, urdimbre. Movimientos de pasos de baile Los invisibles se deslizan en el tapiz de páginas de libros de Mónica Fierro.

Se agregan los borradores de Pablo Lehman. Y la llamativa y luminosa instalación de Daniel Joglar, que emula una red de pesca elaborado con decenas de rosarios, en los que se entremezclan historia y memoria personal, geográfica y cultural. La mirada se posa festivamente en el vibrante cromatismo de los colchones entrelazados de Minujín.

El impresionante conjunto también incluye obras de León Ferrari, Marcos López, Débora Pierpaoli, Fabián Bercic, Antonio Berni, Delia Cancela, Ailí Chen, Cynthia Cohen, Flavia Da Rin, Petu de Mareca, Elisa Estrada, Yiyú Finke, Ana Gallardo, Edgardo Giménez , Sara Goldman, Yuyo Gardiol, Roberto Jacoby, Fabiana Larrea, Paloma Mejía, Ad Minoliti, Margarita Paksa, Alberto Passolini, Josefina Robirosa, Cindi Sherman, Jéssica Sandoval, Diana Schufer, Paola Sferco, Mariana Tellería, María Torcello, Monica Heller, Liliana Porter, Susana Pérez, Anatole Saderman, Luis Wells, Mónica Van Asperen y Paulina Silva Hauyon.

InauguraciónInauguración de la exposición ¿Cuánto pesa el amor? . Foto: Cortesía Centro Cultural Recoleta. ción de la exposición ¿Cuánto pesa el amor? . Foto: Cortesía del Centro Cultural Recoleta.InauguraciónInauguración de la exposición ¿Cuánto pesa el amor? . Foto: Cortesía Centro Cultural Recoleta. ción de la exposición ¿Cuánto pesa el amor? . Foto: Cortesía del Centro Cultural Recoleta.

Cuando nos vamos, volvemos a ver el instalación de papeles calados en color rosa, de Manuel Ameztoy, en lo alto del patio de la Recoleta. Un horizonte donde el amor parece flotar para siempre.

¿Cuánto pesa el amor? Se puede visitar en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) hasta septiembre, de martes a viernes de 13.30 a 22.00 horas y sábados, domingos y feriados de 11.15 a 22.00 horas. Entrada libre.

 
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