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Descripción enviada por el equipo del proyecto. En el corazón del cruce urbano de Susa, Túnez, la Escuela Politécnica de Susa se erige como un símbolo del progreso educativo, combinando sutilmente elementos del contexto geográfico y urbano en un diseño arquitectónico excepcional. Diseñada para albergar hasta 3.000 estudiantes, esta institución se asienta en un terreno de 6.800 m² y ofrece una integración armoniosa entre el interior y el exterior a pesar de su relativa modestia.
El patio central, formado por un vasto jardín mineral, sirve como punto focal del campus, permitiendo a los ocupantes disfrutar plenamente del espacio al aire libre al tiempo que fomenta las interacciones sociales y académicas. Los pasillos, organizados en torno a este patio, retoman el diseño de las grandes madrasas tunecinas, subrayando la importancia de la tradición en el diseño del establecimiento.
Originalmente, la Escuela Politécnica de Susa abarcaba una escuela de ingeniería multidisciplinaria y una escuela de arquitectura, simbolizando la fusión de disciplinas complementarias pero a menudo distintas. Un puente estratégicamente integrado conecta los espacios dedicados a la arquitectura y los de la escuela de ingeniería, reforzando la cohesión interdisciplinar y la colaboración entre estudiantes y facultades.
En las fachadas sur y este, las texturas de terracota evocan la artesanía local y están inspiradas en cerámicas cercanas, simbolizando una profunda conexión entre la arquitectura y el contexto circundante. Esta sutil integración de tradición y modernidad también se refleja en la organización espacial de la escuela, donde las diversas funciones del campus se entrelazan armoniosamente para crear una composición arquitectónica equilibrada.
Además, llama especialmente la atención la conexión metafórica entre la tradición de las grandes alfarerías de Kalaa Sghira y los claustros que adornan las fachadas este y sur de la universidad. Estos claustros, meticulosamente elaborados para regular la intensa luz solar, rinden homenaje a los intrincados patrones y texturas del trabajo tradicional de mampostería, creando un juego de luces y sombras que recuerda el patrimonio artesanal de la región. Así como la cerámica ha sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración y sustento para la comunidad local, los claustros sirven como un vínculo tangible entre pasado y presente, tradición e innovación, dentro del lenguaje arquitectónico de la Escuela Politécnica de Susa.
La Escuela Politécnica de Susa encarna así una visión ambiciosa del futuro de la educación superior en Túnez, donde la tradición se une a la innovación para dar forma a una experiencia de aprendizaje dinámica y enriquecedora. Al ampliar los límites del diseño arquitectónico y abrazar el patrimonio cultural de su entorno, esta institución no es sólo un faro de excelencia académica, sino también un testimonio del legado perdurable de la artesanía y el ingenio de la región.