«Romero de Torres era trabajador de la maleza» – .

Mercedes Valverde. Grandes palabras. El ex director de la Museos Municipales -que vino al mundo en Granada Hace 74 años y fue bautizada en Priego de Córdoba, de donde proviene su familia, y se enorgullece de ser una de las especialistas más conocedoras del tema. Julio Romero de Torres, de quien este año se celebra el ciento cincuenta aniversario de su natalicio. Se acude a la entrevista con un cuaderno lleno de citas sobre el pintor extraídas de los libros sobre él que encuentra en casa. Y pasa lo que pasa.

-En una monografía de Julio Romero de Torres que vi esta mañana, el autor destaca una frase de Baudelaire para explicar su arte: “La lujuria y la muerte son dos muchachas hermosas”. ¿Crees que esta reflexión es correcta?

-Creo que no tiene nada que ver. Todo el mundo escribe sobre Romero de Torres… Bueno, algo tiene que ver. Mire, yo conocí a Angelita Romero de Torres, que era la hermana pequeña de Julio; Conocí a Rafael Romero de Torres; a María, a Amalia y a la prima Carola. Porque en esa casa vivían dieciséis personas a costa de Julio, que nunca estuvo en Córdoba. tengo todo listo aqui [muestra unas notas escritas en ordenador que le entrega al periodista al finalizar la conversación]. En el Museo de Bellas Artes hay un cuadro de una mujer mayor con una niña en su regazo, y dicen que representa las edades de la mujer: y Carola me dijo que ellas eran la lavandera y ella la niña. Julio no es eso. Julio es un hombre sencillo.

-Un hombre sencillo que sabía mirar muy bien a las mujeres.

-Fue un gran retratista.

-De las mujeres especialmente.

-Nooo… Ya sabes lo que sabes… Era un gran retratista. ¿Le digo a todo el mundo que pintó?

-Dime.

-Tengo más de ciento cincuenta apuntados. ¿Te cuento algunas? El enfoque que le había dado a esta entrevista era mucho más interesante. Tengo un guión aquí. Mirar [Vuelve a mostrar los papeles]. De esto tenía previsto hablar en el Thyssen de Madrid, pero parece que la propuesta de Juan Miguel Moreno Calderón no ha salido adelante, y en lugar de presentar la obra invitada [‘La Chiquita piconera’] Con una conferencia mía van a hacer un recital con la guitarra de Julio, que lleva cien años en una vitrina, así que imagínense cómo es la guitarra: sin cuerdas. Hablé con Evelio Acevedo [el director de Thyssen] y me dijo lo mismo, del recital. Qué quieres que te diga.

ANIVERSARIO

«Iba a dar una conferencia en el Thyssen pero me la cambiaron por un recital de guitarra. Es ridículo”

-Y te enojaste.

-Nooo… no estoy enojado. Es que he visto la pobreza intelectual que tiene esta ciudad. Di una conferencia en el Thyssen de Málaga, que se puede ver en internet, y hubo un problema enorme, porque había más de cien personas que se quedaron en la calle, y empezaron a llamar y armaron un pequeño escándalo.

-¿Y qué ibas a decir en tu conferencia de Madrid?

-Lo que quiero decirte hoy. La idea principal es el apoyo de los políticos de la época a Romero de Torres.

-Porque entonces Córdoba apoyó al pintor.

-No Córdoba, no quería a Córdoba ni siquiera bendecida, como Antonio Gala. Vino aquí para morir. No pisó Córdoba. Vino una semana en Navidad, nada más. Si nadie sabe nada, de verdad. Ese es el problema. Mire: no habría sido nada sin los políticos cordobeses que triunfaban en Madrid. El primero que pintó fue Antonio Barroso y Castillo: estamos hablando del primer diputado del Partido Liberal, gobernador civil de Madrid, ministro de Instrucción Pública, ministro de Justicia… Julio estaba todavía en Córdoba, y tras el éxito del ‘ Musa gitana’, que le dio la primera medalla en la Exposición Nacional de 1908 por un desnudo integral… Nunca se había presentado un desnudo integral en una Exposición Nacional de Pintura. Esa fue una reacción al ser despedido en 1906 por ‘Vividoras del amor’.

-Pero el desnudo en la pintura es algo muy antiguo, ¿no?

-¡Pero estamos hablando de la Exposición Nacional, donde se siguieron pintando temas de la Historia! Y si la Reina de Castilla entrando en Granada, y si… Solo hubiera representaciones históricas. En 1909 Julio expuso ‘Vividoras del amor’ en el Petit Palais de París y resulta que es uno de los cuadros que más llama la atención. Allí estaba el joven Picasso mirando ese cuadro, y ese fue el motivo fundamental para que pintara ‘Las señoritas de Aviñón’ años después. Antonio Barroso y Castillo le encargó a Julio su retrato oficial: ¿Sabes lo que es para un chico cordobés de treinta y tantos años hacerse ese encargo? Luego tenemos al iznájarense Julio Burel y Cuéllar, periodista y ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes. ¿Y a quién tenía por mano derecha? A Cristóbal de Castro, el gran amigo de Julio: le debe mucho. En 1916, Julio fue nombrado profesor de Indumentaria en la Escuela Superior de Escultura, Pintura y Grabado, actual Escuela de Bellas Artes de San Fernando, que está al lado del Casino de Madrid: ese es el espaldarazo, porque allí estaba Sorolla, era Garnelo. … ¿Sabes a quién tenía allí como discípulo predilecto?

Gestos de Valverde durante su conversación con ABC

RAFAEL CARMONA

-A quien.

-A Dalí. Dalí, que como sabéis vivía en la Residencia de Estudiantes, fue expulsado de la Escuela porque le dijo a uno de los profesores que sabía más que él, y se armó un escándalo. Julio le escribió una carta a su padre diciéndole que el niño tenía mucha proyección. Cuando veo sus retratos de Gala se me ponen los pelos de punta: digo, ‘mira, ahí está Julio’.

-¿Puedo leerte otra frase sobre el artista que he anotado en otro libro?

-…Pero veamos qué me lee.

-“Julio Romero de Torres hace un alegato plástico contra la represión sexual que consume y atenaza, especialmente a las mujeres, en la sociedad de su tiempo”.

-Pero bueno…, eso es obvio. A ver, yo he leído dieciséis mil documentos de Julio Romero de Torres. No quiero frases. Te estoy dando información muy importante. Tengo que seguir hablándoles de políticos. Aprovecha, esta es una oportunidad.

-Uno más, vamos.

-Él ya está afincado en Madrid, ¿y sabes dónde vivió?

-No.

-Siempre estuvo en alquiler. Tengo documentados cuatro alquileres, en la calle Arenal… Se va a vivir al Palacio de Longoria, a la Sociedad de Autores, porque Florestán Aguilar, el dentista del Rey, se hace amigo de él, y le deja su palacio en 1916, y todos los Allí lo visitaron aristócratas de Madrid, y se metió en la sociedad madrileña, en la sociedad intelectual, se desconectó de Córdoba. Contándole que apareció en la película ‘La mal casada’ con Valle-Inclán. Julio tuvo mucha suerte.

-Mercedes, ¿cómo valoras los actos que se han previsto con motivo de tu aniversario?

-Es ridículo. Todo esto es ridículo.

-¿Porque?

-Dime algo importante, algún aporte.

-¿Por qué te gusta tanto Romero de Torres?

-Pues mira. Mi padre era su notario. Gracias a mi padre se hizo la donación efectiva del Museo Romero de Torres, la cual fue oral. Mi padre hizo la escritura de donación a la villa de Córdoba, teniendo como custodio el Ayuntamiento, en 1974, con motivo del centenario.

-Entonces te sientes parte de la familia.

-Cuando entré a la casa con mi padre en 1964, cuando tenía catorce años, eso era Arcadia, no tiene nada que ver con lo que hay ahora. Ese jardín arqueológico de Angelita… Cuando íbamos al estudio de Julio…, mal llamado así porque ese nunca fue su estudio, sino el de su hijo Rafalito, que fue uno de sus grandes copistas.

Los modelos

-Sabes que hay un proyecto para rehabilitar la casa. ¿Crees que es bueno que sea visitable?

-No tenían mucho interés, la verdad. Julio salió de allí en 1916 y nunca regresó. Es que aquí todo son errores. Julio tuvo modelos fantásticas: Elena Pardo, Lolita Astolfi, Sara Secades… Pintó Pastora Imperio, muchas. La suerte que tuvo la pobrecita María Teresa López [la modelo de ‘La chiquita piconera’] Es que cuando Julio viene a morir a Córdoba… Julio cierra el estudio el 29 de noviembre de 1929, su hígado ya está fatal. María me dijo: ‘Mi padre murió amarilla, amarilla, amarilla’. Viene aquí, va a beber las aguas, no se recupera; Quiere alquilar una casa en la Sierra para respirar mejor, pero al final no lo consigue; y al final tiene el gran compromiso con Cruz Conde de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, de la Casa de Córdoba, que ni siquiera pudo inaugurar, pobrecito como era. Siempre fue un trabajador de la maleza, era un trabajador nato. Hizo un esfuerzo maratónico.

«Julio es inclasificable: pinta el espíritu de las cosas. Su pintura es enigmática, narrativa, misteriosa»

-¿Qué le debe Córdoba a Romero de Torres?

-Córdoba te debe mucho. Y la andaluza aún más, porque nos dio las señas de identidad. Julio es inclasificable. Además era una persona muy simpática, muy alta y muy guapa. Rafalito, su hijo, me dijo: ‘Merceditas: estaba en una reunión, todos gritaban, el primero fue Valle-Inclán, y mi padre se quedó en silencio, pero todos los ojos estaban puestos en él’. Era un hombre de humildad y sencillez…

-Ha citado a Evelio Acevedo. Al presentar los actos del aniversario estableció una conexión entre los cuadros de nuestro pintor y los de Hopper.

-Porque son contemporáneos. En el Thyssen lo van a poner donde están sus contemporáneos. Lo que siempre ha sido una gran incógnita para mí es qué hubiera pasado si Julio hubiera vivido más: murió a los cincuenta y cinco años. Creo que el futuro de la pintura se basó en el realismo. Su pintura es narrativa, literaria, enigmática, misteriosa: te está contando una historia. No conozco nada parecido. Pinta el espíritu de las cosas y nadie lo ha hecho.

 
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