La Fundación Canaria Gernot Huber ofrece un paseo entre piezas escultóricas en el sur de Tenerife – .

Un paseo entre esculturas. Eso es lo que el Fundación Canaria Gernot Huber en su parque situado en San Isidro, en Granadilla de Abona. Se trata de un proyecto diseñado por Gernot Huber, quien en 1990 se retiró de su actividad en el mundo del diseño y decidió cumplir su sueño de exponer esculturas y crear una relación perfecta entre arte, naturaleza y arquitectura. Así, la Fundación encarga esculturas a artistas internacionales y concede becas de trabajo a jóvenes escultores.

El parque de Tenerife forma parte de un proyecto más ambicioso que se completa con otro espacio en Alemania, situado a 25 kilómetros de la ciudad de Hamburgo. En el caso de la finca de Los Cardones en Tenerife, las piezas se sitúan en plena naturaleza, con un conjunto de obras que no ha parado de crecer desde la apertura de este proyecto, que surgió en la mente de Gernot Huber quien, aunque estudió arte, nunca pudo dedicarse a la creación artística al aire libre. Cuando acabó su carrera laboral “quiso devolver algo a la sociedad creando los dos parques” que ahora están en funcionamiento, explica el responsable del espacio tinerfeño, su hijastro Alexander Stomberg.

Mientras el parque de esculturas alemán abre sus puertas durante los meses más cálidos, el de Tenerife hace lo mismo los otros seis meses del año. de noviembre a abril. De hecho, este domingo 14 de abril se celebrará la última de las jornadas de puertas abiertas, aunque Stomberg indica que el resto del año es posible concertar una visita puntual. El espacio cercano a Hamburgo tiene unos diez mil metros cuadrados, mientras que la finca de Los Cardones está compuesta por unos 72.000 metros cuadrados. En ambos casos se exhiben esculturas cinéticas que se realizan gracias a las becas que periódicamente otorga la fundación.

Así, cada año acogen a jóvenes artistas a los que se les da la oportunidad de crear una obra de arte que, En algunos casos, es la primera obra importante del autor.. La Fundación se encarga de costear el material escultórico, el transporte, un sueldo de 2.000 euros, y acoge a los artistas en el propio parque, donde podrán vivir durante las tres semanas que dura esta residencia artística. Gracias a estas acciones, en algunos casos los visitantes también pueden disfrutar del proceso de creación de las piezas. La Fundación no se cierra a prácticamente cualquier propuesta y por eso también puede ampliar la duración de la residencia, que en algunos casos se ha ampliado hasta los cinco meses y recibe a artistas veteranos de más de 70 años. Pese a ello, Alexander Stomberg habla del deseo de “ofrecer una primera oportunidad a los artistas que quieran salir adelante”.

Después de tantos años, el parque de esculturas de Tenerife empieza a necesitar más espacio ya que actualmente ya está repleto de obras de arte. En el espacio ubicado en San Isidro, por ejemplo, Son alrededor de 70 propuestas realizadas en diferentes materiales. Sin embargo, Stomberg explica que se deben tener en cuenta los componentes con los que están hechas ya que este parque está ubicado en un lugar con mucho viento y cercano al mar, por lo que se recomienda realizar las esculturas en vidrio, piedra o metal. .

Si hasta hace una década los principales visitantes de este espacio eran los turistas, cada vez son más los residentes que se animan a realizar este recorrido, que este fin de semana vivirá uno de sus últimos encuentros de esta temporada. Durante los próximos meses, los miembros de la Fundación serán los encargados de llevar a cabo obras de mantenimiento para que cuando vuelva a abrir sus puertas en noviembre, las piezas luzcan mejor que nunca.