Por Editorial El Diario de Carlos Paz
El arquitecto Luis Rébora fue una de esas personas que vivió a su manera. Comprometido con la sociedad a la que pertenecía, su don de gentes y su profesión lo llevaron a cargos con mucha trayectoria.
En la ciudad de Villa María sus huellas quedaron en varios edificios.
El mismo año de su muerte, el majestuoso patio de palmeras del Rectorado de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) pasó a llamarse Rector Arquitecto Luis Rébora.
Rébora fue uno de los primeros docentes de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño fundada por el promotor del Art Déco, Ángel Lo Celso, y recibió el título universitario de Profesor Emérito. Además, ejerció como decano de esa unidad académica durante dos periodos, entre 1960 y 1964.
Rébora sirvió a la sociedad a través de la arquitectura, a través de la universidad, pero también a través de su sentido de solidaridad y respeto por los derechos de los demás. Fue así como, al restablecerse la democracia en Argentina en 1983, el gobierno nacional encabezado por el Dr. Raúl Alfonsín le encomendó la presidencia de la Delegación Córdoba de la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (Conadep), “desde donde desarrolló una arduo e histórico trabajo a favor del esclarecimiento de los gravísimos crímenes perpetrados por la dictadura a partir de 1976”, según resolución emitida por el Honorable Consejo Superior de la casa de altos estudios.
Y luego, Rébora fue el primer rector de la UNC elegido democráticamente en más de 20 años (al concluir la normalización iniciada por Francisco Delich tras la dictadura), función que ejerció entre 1986 y 1989. Sin votos en contra y no menos importante datos sobre aquella elección realizada el 18 de abril de 1986, que también hablan de él: en la Asamblea Universitaria se contaron 147 votos a su favor (de 151), pero no se constató ningún voto en contra. Hubo 4 abstenciones. Y, de hecho, habían pasado más de 20 años en la Universidad Nacional de Córdoba sin la participación de profesores y estudiantes en la elección de sus autoridades.
Entre 1958 y 1966, durante las presidencias de Arturo Frondizi y Arturo Humberto Illia, las universidades habían regido principios de gobierno académico autónomo y los rectores y decanos habían sido elegidos por el voto de los docentes, profesores, egresados y estudiantes. Y en tres ejes trazó el plan de su gestión: la democratización de la docencia a través de la apertura y la libertad de expresión, poniendo en funcionamiento el acceso a la cátedra universitaria a través de concursos libres de oposición y expedientes con control estudiantil; el desarrollo y fortalecimiento de la investigación a través de la creación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología con el impulso decisivo del vicerrector Humberto Alagia, y el despliegue de un amplio plan de extensión universitaria con programas de vinculación con la sociedad y los barrios.
A los 91 años falleció en la ciudad de Córdoba el arquitecto Luis Rébora. Sus restos fueron enterrados en el salón de pregrado de la Universidad Nacional de Córdoba, en Obispo Trejo 242, y posteriormente trasladados al Cementerio de Lomas en Villa Allende.
