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Descripción enviada por el equipo del proyecto. A veces pueden ocurrir coincidencias sorprendentes. Entre 2003 y 2011 realizamos una intervención arquitectónica en el Convento de Sant Francesc, en Santpedor, para transformarlo en auditorio. El proyecto se realizó en un antiguo convento construido en el siglo XVIII del que sólo quedó la iglesia; las alas conventuales y el claustro habían desaparecido. Cinco años después, situados en la ciudad catalana de Manresa, nos encargaron desarrollar un encargo inverso al anterior: una intervención en el Antiguo Colegio de San Ignacio, un antiguo conjunto religioso basado en una estructura conventual cuya iglesia barroca fue derribada; Del antiguo colegio de los jesuitas sólo quedaron las alas, situadas alrededor de un claustro. En ambos casos, la intervención arquitectónica se realizó en edificios amputados de uno de sus dos elementos esenciales; en el proyecto actual, la antigua iglesia barroca.
La construcción de los nuevos accesos al antiguo colegio de los jesuitas se enmarca en el proyecto global de renovación de todo el conjunto construido, que debe racionalizar, renovar y repensar los espacios del museo preexistente. Las intervenciones previstas deberían permitir que el edificio albergue el Museo del Barroco de Cataluña y el Museo de Historia de la Ciudad de Manresa.
El proyecto de los nuevos accesos al edificio propone un conjunto de volúmenes que incluyen tanto los nuevos espacios del vestíbulo como los accesos principales a las plantas expositivas del museo. Los nuevos volúmenes, situados frente a la antigua medianera de la iglesia, se disponen de tal forma que permiten la formación de la nueva fachada del edificio pero al mismo tiempo permiten visualizar las huellas más importantes de la antigua iglesia. que quedan en la pared. dividir.
La intervención en los nuevos accesos al edificio pretende ser algo más que una simple solución para la fachada oeste del antiguo colegio jesuita: la intervención propone una nueva forma de entender tanto el edificio como su entorno urbano. Los nuevos accesos al museo crean un recorrido que permite admirar las vistas de los elementos clave de la antigua escuela (el claustro, las bóvedas de cañón o las huellas en la medianera), vistas sobre los espacios urbanos adyacentes (la Plaza de Sant Ignasi y la orografía urbana de un antiguo arroyo) y, finalmente, vistas de los elementos significativos del patrimonio urbanístico y paisajístico de la ciudad (la basílica gótica de La Seu, la torre de defensa de Santa Caterina o la montaña de Montserrat). El recorrido creado por los nuevos accesos culmina, en su punto más alto, en una tribuna que domina el paisaje urbano.
En resumen, el proyecto pretende resignificar tanto el lugar de la intervención como el propio edificio restableciendo vínculos con el pasado del conjunto jesuítico y con la ciudad.