Por: Katerin Erazo, Periodista
Foto tomada de: El Espectador
Las tensiones aumentan en el departamentos del Valle y Cauca en respuesta a la reciente alerta emitida por las Fuerzas Militares del país sobre un posible secuestro de diputados por parte del grupo armado GA o Carlos Patiño, del Estado Mayor Central. Este comunicado, firmado por el mayor general Erik Rodríguez Aparicio, comandante del comando conjunto N.2 Sur Oeste, ha generado preocupación en la región y ha implementado medidas de seguridad extraordinarias.
El misiva, dirigido al coronel Giovanni Cristancho Zambrano, comandante de la Policía del departamento del Valle, insta a estar alerta ante una potencial incursión guerrillera contra los funcionarios electos de ambos departamentos. En un contexto donde la seguridad y la estabilidad son primordiales, las autoridades han intensificado esfuerzos para prevenir cualquier eventualidad que ponga en riesgo la integridad de los líderes políticos locales.
El recuerdo del trágico secuestro de 12 diputados del Valle en 2002 aún está fresco en la memoria colectiva. Aquel oscuro episodio, donde fueron secuestrados funcionarios de la propia Asamblea del Valle del Cauca, sigue siendo una herida abierta en la historia reciente de la región. Ante este precedente, las autoridades se han comprometido a garantizar la seguridad y protección de cada uno de los actores políticos, implementar estrategias preventivas y fortalecer los dispositivos de seguridad en zonas vulnerables.
El coronel Cristancho, jefe de la Policía del Valle, ha manifestado que se encuentra verificando la información brindada por las Fuerzas Militares y activando fuentes de inteligencia humana para recabar más detalles sobre esta potencial amenaza. “Estamos con todos los protocolos de seguridad”, enfatizó el oficial, subrayando la importancia de la prevención y protección ante posibles riesgos.
La incertidumbre se agrava en medio de constantes enfrentamientos entre disidentes y el Ejército en la región. La tarde del pasado jueves, las Fuerzas Militares confirmaron un importante golpe contra la estructura de Carlos Patiño, con la muerte de 15 guerrilleros en la localidad de El Plateado, en el sur del Cauca. Esta operación, resultado de una colaboración entre el Ejército Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, es una muestra de la determinación del Estado para combatir las actividades criminales de estos grupos armados.
Sin embargo, la violencia persiste en la región del Cañón del Micay, donde los disidentes de las FARC continúan perpetrando operaciones ilegales, incluido el control del narcotráfico, la extorsión y el reclutamiento forzado de menores. El área de El Plateado ha sido testigo de ataques terroristas y asesinatos, lo que subraya la urgencia de una acción coordinada por parte de las autoridades para restablecer la paz y el orden en la región. Ver: (El conflicto en el Cauca y el desafío de la paz perdida)
El enfrentamiento entre fuerzas del Estado y grupos armados ilegales ha desencadenado una contundente respuesta de las autoridades, que han desplegado más efectivos en la zona para reforzar la ofensiva contra estas estructuras criminales. Con la precisión milimétrica de las armas utilizadas, se busca minimizar los daños colaterales y proteger a la población civil de posibles daños durante las operaciones militares.
El general de brigada Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca, ha resaltado la importancia de esta operación militar, señalando que se ejecutó con objetivos perfectamente establecidos. El uso de artillería pesada, como obuses y morteros de largo alcance, demuestra la determinación del Estado de neutralizar a quienes amenazan la seguridad y la estabilidad en la región.
La presencia y actuación del Estado Mayor Central en la región ha sido un foco de violencia y desestabilización, lo que ha justificado una respuesta contundente por parte de las autoridades. Con la movilización de más tropas a la zona se espera consolidar los avances en la lucha contra las estructuras criminales que operan en el territorio, marcando un compromiso firme para restablecer la paz y el orden en uno de los departamentos más afectados por el conflicto armado. En Colombia.
La alerta emitida por las Fuerzas Militares sobre el posible secuestro de diputados en el Valle y Cauca ha puesto en evidencia los desafíos de seguridad que enfrenta la región. Ante esta amenaza latente, las autoridades han reforzado sus medidas de protección y han intensificado esfuerzos para impedir cualquier acción que ponga en riesgo la vida de los líderes políticos locales. En un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre, el compromiso del Estado para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región sigue siendo fundamental para el bienestar de todos los ciudadanos.
