El equipo de Michael Burnham se embarca en una búsqueda imposible en el universo de Gene Roddenberry
Defensor como es de ‘Star Trek: Discovery’, al que al menos hay que reconocerle haber relanzado con éxito la sección televisiva de la franquicia, Tenía muchas ganas de verlo en buenas condiciones. (la emisión en España de la temporada 4 fue para llorar) su última temporada, que llega este viernes a SkyShowtime.
No es que lo tuviera todo conmigo sobre cómo serían las aventuras finales de Burnham (Sonequa Martin-Green), especialmente cuando la cuarta entrega fue, en mi opinión, algo decepcionante y mucho menos emocionante que sus temporadas anteriores. Afortunadamente, con estos últimos episodios (al menos los 4 primeros, de 10, que se han mostrado a la prensa), los buenos sentimientos han regresado.
Unas sensaciones de aventura, diversión y, también, algún que otro guiño a la franquicia a medida que nos adentramos en la trama. De hecho, sin entrar en demasiados spoilers, la historia recoge las semillas plantadas en un episodio muy concreto de ‘Star Trek: The Next Generation’en concreto ‘La persecución’ (6×20), que responde al misterio que rodea a la expedición de la temporada y esa gran búsqueda del tesoro de un poder ancestral.
Una trama que, por otra parte, resulta bastante apropiada para una última temporada de una serie que tiene fama de “no ser Star Trek” y que se reinició en su tercera entrega con su salto en el tiempo de casi un milenio, que les permitió tener un nuevo paisaje galáctico con el que jugar. Mientras tienen esta mirada al pasado remoto de este universoTambién tienen su momento de dejar caer que la próxima nueva serie de la franquicia, ‘Starfleet Academy’ surgirá de aquí.
Una estructura episódica agradecida
Hipótesis aparte, la estructura de esta última temporada de ‘Discovery’ es bastante marcada. Sin salir del arco general y serializado, es quizás la temporada más episódica. Cada episodio añade una pieza importante del rompecabezas en forma de aventura. “vieja escuela.” Otra cosa es que consiguen acertar del todo, al menos en cuanto al tipo de historia (de repente hay una especie de episodio de botella temporal que te pilla un poco con el pie izquierdo).
Todo ello sin olvidar poner todo el corazón en tus personajes.. Aquí admito tener mis más y mis menos, ya que adoro a los protagonistas y creo que han ido creciendo a pasos agigantados temporada tras temporada. Sin embargo, entre esta temporada y la 4 se han ido acumulando multitud de tramas personales que de alguna manera luchan por seguir siendo interesantes con cierta indecisión por parte de los guionistas sobre qué potenciar y qué no.
No es que sobra algo en particular, Es más una cuestión de acumulación.: Burnham y Book (David Ajala) rezuman química mientras intentan “discernir” su estatus; La relación entre Saru (Doug Jones) y T’Rina (Tara Rosling) está en un punto dulce pero tienen miedo de hacer pública su relación debido a cuestiones políticas; Adira y Gray (Blu del Barrio e Ian Alexander) también andan por ahí sin saber qué son, etc.
Todo este cúmulo está, además, escrito de una forma un tanto vaga, que no acaba por cuajar en su conjunto. y es un poco triste que siempre estemos centrados en ellos. Ojo, ellos son claramente los protagonistas, pero a medida que nos acercamos al final el cuerpo pide algo más con la tripulación del puente.
Dramas personales aparte, el regreso de ‘Star Trek: Discovery’ ha dado todo lo que podíamos pedir a una serie de este tipo. Visualmente sorprendente, un guion eficaz y una sensación de aventura que, aunque les cuesta dar alguna sensación de peligro real, nos tendrá pegados a la pantalla. Ahora habrá que ver si tras su final, la serie que La franquicia revitalizada será relevante en términos de legado. El tiempo dirá.
En Espinof:
, reseña – Una aventura notable que reclama un lugar de honor en la saga de ciencia ficción – .){kind=link}