El Gobierno de Viktor Orbán ha expuesto este martes sus prioridades para la presidencia de turno del Consejo de la UE, que Hungría ocupará en el segundo semestre del año, y ha recuperado como lema una adaptación del ya utilizado en su día del magnate estadounidense Donald Trump al llegar a la Casa Blanca: “Hacer que Europa vuelva a ser grande”. Hungría tomará las riendas de Bélgica el próximo 1 de julio, en un momento clave marcado por el inicio de la nueva legislatura en el Parlamento Europeo y el incipiente reparto de altos cargos. Durante este segundo semestre de “transición”, las autoridades húngaras están llamadas a liderar las negociaciones sobre cuestiones clave para los Veintisiete. El traspaso de presidencias llega en esta ocasión marcado por la polémica, dado que Orbán no ha terminado de romper vínculos con Rusia tras la invasión militar de Ucrania y las dudas generadas por los retrocesos en materia de Estado de Derecho, hasta el punto de que el Parlamento Europeo expresó en una resolución a principios de año su temor a un impacto negativo del papel de Hungría en el funcionamiento de la UE. El ministro de Asuntos Europeos, Janos Boka, reconoció ante los medios de comunicación que se trata de un período “muy difícil”, marcado por desafíos como la guerra en Ucrania pero también por una situación de seguridad “sensible” y discrepancias en la política de inmigración. , cuestión sobre la que Budapest se ha enfrentado abiertamente a Bruselas. De hecho, “tener una mejor protección de las fronteras exteriores, abordar las causas que dan lugar a la migración y mejorar la política de retorno” están entre las “prioridades” marcadas por Boka, que también espera lograr avances para mejorar la competitividad del bloque o tomar medidas en términos de expansión. El ministro explicó que el lema elegido resume lo que espera sea una presidencia “activa”, bajo la premisa de que “juntos somos más fuertes que separados”, y Europa puede convertirse en un “actor global” de primer nivel. El logo, por su parte, imita el cubo de Rubik, inventado por el húngaro Erno Rubik. CAMBIO EN BRUSELAS El surgimiento de Hungría como presidente interino se produce en un momento marcado por el cambio en los ‘altos puestos’, como se conoce a los altos funcionarios de la UE en la jerga comunitaria. El lunes, tras la cena informal de líderes en la que se pusieron a prueba los futuros nombramientos, Orbán criticó a los populares, socialdemócratas y liberales por no tener en cuenta las opiniones de los grupos de extrema derecha, que ahora son “más fuertes”. Boka ha matizado, no obstante, que Budapest no tiene “objeciones” a los nombres de António Costa, Kaja Kallas y Roberta Metsola, favoritos para algunos de estos puestos, aunque el Gobierno de Orbán nunca ha ocultado sus recelos sobre la figura de la conservadora alemana Ursula. Von der Leyen, que busca la reelección como presidenta de la Comisión Europea.
