Rumanía ha hecho los deberes y ha conseguido la victoria en su estreno en la Eurocopa ante Ucrania. A ambos equipos les costó ponerse manos a la obra con una primera parte plana y tímida para ambos equipos. Ninguno de los dos ha creado grandes ocasiones, ninguno de los dos ha generado demasiado peligro salvo en una ocasión para los que jugaban en casa, que Stanciu no dudó en aprovechar y mandó el balón al fondo de la portería de Lunin. Marín y Dragus Ampliaron la distancia en el marcador para certificar la victoria de Rumanía ante Ucrania.
El partido comenzó con un tono político, ya que los jugadores ucranianos salieron al campo con la bandera de su país atada al cuello. Un gesto para llamar la atención internacional sobre la Guerra en su país tras la invasión de Rusia., un conflicto que comenzó hace dos años y medio; en el marco de la Eurocopa. Uno a uno salieron al campo con el emblema. El once inicial: Andriy Lunin, Yukhym Konoplia, Illia Zabarnyi, Mykola Matviyenko, Oleksandr Zinchenko, Mykola Shaparenko, Taras Stepanenko, Viktor Tsygankov, Georgiy Sudakov, Mykhailo Mudryk y Artem Dovbyk. Con la bandera ondeando a sus espaldas escucharon el himno de su país. Luego de eso, pusieron las banderas en el banquillo y tomaron posiciones para comenzar su primer desafío contra Rumanía en la Eurocopa.
Nyberg señaló el inicio del partido con el pitido inicial y el balón empezó a rodar en el Allianz Arena, de Múnich. Los primeros minutos fueron tímidos para ambos equipos, ambos se acercaron al área rival sin crear ocasiones de peligro que pusieran en tensión a alguno de los dos porteros. Rumanía tuvo una de las pocas ocasiones de peligro, si no la única, que no dudó en aprovechar. Lunin despeja un mal balón que acaba en los pies de Dennis Man, quien le cede el balón a Stanciu. El centrocampista de primera envió un disparo imparable al portero ucraniano. 1-0 en el marcador. Los minutos restantes antes del descanso siguieron la misma dinámica sin demasiadas ocasiones por parte de ninguno de los equipos.
La segunda mitad del partido fue como el día y la noche. No se sabe qué ha dicho el técnico rumano, Iordanescu, a sus jugadores, pero lo cierto es que ha sido efectivo. Con una Rumania renovada, las cosas empezaban a funcionar. El balón rodaba y las posiciones de peligro eran cada vez más constantes. Las ocasiones siguieron llegando y lo cierto es que no tardaron en ver el gol.
En el minuto 53 llegó el segundo gol. Balón dividido al borde del área que atrapa Razvan Marin y sin controlarlo levanta la vista y dispara al arco de Lunin, quien desliza el balón bajo los brazos. La victoria estaba cada vez más cerca. Y si Ucrania tenía alguna esperanza de recortar distancias y remontar el partido, se quedó en nada apenas cuatro minutos después, cuando Dragus puso la guinda al partido con un tercer gol que acababa de hundir a Ucrania.
El marcador se mantuvo en la misma distancia hasta que el árbitro dio por finalizado el partido y certificó la victoria de Rumanía, la gran sorpresa hasta el momento en la competición. La verdad es que nadie esperaba que los hombres de Iordanescu prevalecieran sobre la Ucrania de Lunin. Las apuestas pronosticaban que serían los ucranianos los que saldrían victoriosos en su debut en el torneo, pero no fue así. Rumanía ha dado un golpe sobre la mesa para anunciar que tiene mucho fútbol que mostrar.
