Lleva meses burlándose de Joe Biden y presumiendo de ser un líder enérgico frente a un hombre decrépito de 81 años, pero la edad no perdona y los 78 años que cumple este viernes se notan tanto física como mentalmente.
Casi todos los días, el equipo del candidato millonario a las elecciones presidenciales de noviembre publica vídeos en los que el presidente demócrata tropieza, tartamudea, aparece demacrado o desorientado durante actos públicos.
Estos fragmentos, editados a conveniencia de Trump y que a veces distorsionan la realidad, ilustran, según ellos, la incapacidad de Joe Biden para gobernar.
“Su cerebro es puro ñoquis en este momento”, dijo el jueves Jason Miller, uno de los asesores de Trump, al comentar un video del presidente en el G7 en Italia.
– Tiburones –
Pero Trump también acusa el peso de los años.
El viernes por la noche, el expresidente celebrará su cumpleaños durante un mitin en Florida.
“Únase a nosotros para celebrar el cumpleaños del MEJOR PRESIDENTE de todos los tiempos”, se lee en la tarjeta de invitación, que pide a los asistentes que vengan vestidos con los colores de la bandera estadounidense.
Joe Biden y Donald Trump tienen sólo tres años y medio de diferencia. Pero “está claro que existen diferencias físicas significativas” entre ellos, subraya el politólogo Matthew Foster, como el andar vacilante y rígido del presidente demócrata.
Pero el experto también destaca que Trump espacia más los mítines, repite los temas y se lanza a largas diatribas inconexas, “que le dan aire de borracho” y sin duda ilustran su propio envejecimiento.
Durante un mitin en Las Vegas el domingo, el septuagenario se embarcó en una historia muy confusa que mezclaba ataques de tiburones, baterías eléctricas y electrocuciones, lo que le valió el ridículo de los demócratas.
El equipo de Joe Biden calificó el discurso de “desquiciado”.
En los últimos meses, Donald Trump también ha confundido a los líderes de Hungría y Turquía, ha advertido que el mundo se dirige a una segunda guerra mundial (en lugar de una tercera) y ha calificado al asesino en serie ficticio Hannibal Lecter de “hombre maravilloso”.
– “Cuando me enfermo” –
El líder republicano no está sujeto a la transparencia médica de su rival, el presidente demócrata.
Como jefe de Estado, Joe Biden se somete cada año a pruebas de salud y el médico de la Casa Blanca comunica los resultados a los periodistas con gran detalle.
Al contrario, desde hace años casi no se conocen detalles sobre la salud de Donald Trump, fanático de la comida rápida.
A mediados de noviembre, el republicano se limitó a publicar una breve carta de su médico en la que afirmaba que gozaba de una salud “excelente” y que había perdido peso, sin especificar cuánto.
A principios de enero, el republicano dijo que recientemente se había sometido a una prueba cognitiva y la había superado “con gran éxito”. Y prometió: “Te lo diré cuando me enferme, realmente creo que podré decírtelo”.
– “No decisivo” –
Ya sea que Joe Biden o Donald Trump ganen las elecciones, ambos serían los presidentes estadounidenses de mayor edad en prestar juramento.
¿Pero les importa a los votantes?
Matthew Foster, profesor de la American University, lo duda.
“La verdadera pregunta que debemos hacernos es: ¿alguien va a votar por Trump porque parece más joven y enérgico?” afirma el experto, convencido de que los debates sobre economía, migración, delincuencia o aborto tienen mucho más peso.
En un país polarizado, donde las elecciones podrían decidirse por unas pocas decenas de miles de votos, la edad de los candidatos “no será el factor decisivo”, afirma.
cjc/seb/phs/erl/mel
