Un final amargo para un semestre dulce. Estudiantes dejó mala imagen y cayó ante Sarmiento en Junín en un duelo en el que no le alcanzó el título de ser el último campeón del fútbol argentino. Y es que aquel Pincha que se coronó en la Copa de la Liga se fue desdibujando con el paso de las fechas, y pese a mantener el mismo plantel, el rendimiento nunca volvió a ser el mismo. Eso sí, pesó demasiado la temprana eliminación del plano internacional, que en territorio pincharrata siempre es la prioridad, y eso se notó en la cancha.
Estudiantes dejó de ser lo que era hace varios partidos. El equipo de Eduardo Domínguez, que se caracterizaba por un fútbol rápido, directo y sobre todo funcional, empezó a parecer lento, impreciso y predecible. El tándem formado por Enzo Pérez y José Sosa perdió mucho dinamismo, y el colombiano Edwuin Cetré, que deslumbró durante la primera mitad del año, quedó relegado a la banda, casi sin participación en la ofensiva del conjunto platense. Por el contrario, Sarmiento, que se inspiró en la victoria de anoche ante San Lorenzo, y mostró un equipo lleno de carácter y espontaneidad, aún cuando su base era el contragolpe, Las rápidas transiciones lideradas por Manuel García y Gabriel Gudiño acabaron por ponerle en el camino de la victoria.
Este estilo de juego perjudicó al Pincha que, sin apenas reaccionar, se limitó a resistir los embates de un Verde decidido a llevarse los tres puntos, y que apenas se salvó gracias a dos atajadas sobre la línea de Luciano Lollo. norteSin embargo, en la siguiente jugada llegó el gol de Gudiño, que empujó el balón por debajo de la portería tras un excelente pase de García (intervención del VAR incluida). Y por supuesto, Estudiantes nunca pudo recuperarse del bofetón. El gol de García (que a esas alturas ya era figura indiscutible) llegó diez minutos después para rematar a un Pincha, que cada vez se alejaba más de su mejor versión, y empezaba a preocupar a puerta cerrada.
