Javier Milei no descarta más cambios y delega a Francos negociaciones contrarreloj

Javier Milei no descarta más cambios y delega a Francos negociaciones contrarreloj
Javier Milei no descarta más cambios y delega a Francos negociaciones contrarreloj

“Guillermo Francos está con la negociación”. Quizás como gesto de buena voluntad hacia la oposición, Javier Milei optó por no involucrarse en las conversaciones contrarreloj que el Gobierno está llevando a cabo con la oposición de diálogo para asegurar este miércoles la aprobación de la Ley de Bases en el Senado.

El Presidente escuchó algunos de los cambios que se barajan y, aunque se muestra proclive a no hacer más concesiones, dejó claro que no intervendrá hasta después de la sesión especial a la que el oficialismo, como como anticipó Clarín, Llega con más dudas de las esperadas y una votación preliminar que hoy marcaría un empate a 36 votos y la necesidad de desempatar por quien presida la sesión.

Hasta la semana pasada, tras la firma del dictamen mayoritario, el Gobierno parecía tener encarrilado el visto bueno general al proyecto y sólo hacía cuentas con los artículos que podían generar más ruido.

Pero la presentación de su propia opinión por parte del presidente de la Unión Cívica Radical, Martín Lousteauenvalentonó al kirchnerismo que, con su postura blanqueada en un texto, advirtió que podría tumbar buena parte del proyecto que llega al recinto si se plega ante el mentor del ex ministro de Economía de Cristina.

En el bloque radical tomaron nota de la buena sintonía entre Lousteau y el banquillo K y sugirieron a la Casa Rosada blindar el texto para no exponerse a un retroceso y señalaron que el artículo que detalla las empresas “privatizables” podría caer por la postura de al menos dos senadores dialogantes, además de Lousteau, en relación a aerolíneas argentinas.

“Si lo quitan se evitarán un dolor de cabeza innecesario, y según ustedes mismos (en relación al Gobierno) hoy nadie pone un peso para comprarle a Aerolíneas”, fue el mensaje transmitido por un importante senador opositor que acudirá a votar en sentido afirmativo por la Ley. La referencia tenía que ver con un reunión que sostuvieron los jefes de los bloques de diálogo con el presidente de la aerolínea de bandera, Fabián Lombardo, hace unas semanas, en el que se analizó el duro desafío que enfrenta la empresa para reducir su déficit operativo. Según estimaciones oficiales, incluso tomando decisiones drásticas, Este año el rojo sólo se ha podido reducir a la mitad.

Sin embargo, en Balcarce 50 este lunes sostuvieron que en el mediano plazo la empresa puede volverse eficiente, siempre y cuando se cuiden los gastos y se elabore un plan de negocios rentable. Eso, a juicio del Gobierno, debería incluir una reducción de personal que los sindicatos aeronáuticos rechazan.

Además, en el Gobierno retomaron la idea de entregar la empresa a sus trabajadores, idea que Milei esbozó durante la campaña pero que se desinfló con el paso de los meses. En el milismo consideran que puede haber consenso con los sindicatos, algo que ningún sindicalista hasta el momento ha avalado.

En este contexto, en el Ejecutivo No ven con malos ojos la posibilidad de excluir a Aerolíneas Argentinas de la lista de empresas que el Congreso autoriza al Presidente a privatizar y dejar esa discusión para más adelante.

En cambio, el La intención es que AySA y Correo Argentino no salgan de esa lista.

Pero las empresas privatizables no son el único capítulo en riesgo. Él alcance del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), las facultades delegadas y el Impuesto a la Renta También plantean algunas dudas.

¿Quién define el límite en las negociaciones lideradas por Franco? Con Milei postulándose, viajando a Italia para la cumbre del G7 y decidido a no involucrarse, Los Caputo tienen la última palabra: Santiago, el asesor todoterreno del jefe de Estado, y Luis, el ministro de Economía. “Uno define el límite político y el otro la cuestión fiscal”, explican desde el primer piso de la Casa Rosada.

No es un aspecto menor, porque si bien el Ejecutivo tiene en mente la carta de poder ratificar el texto que se aprobó en Diputados, tampoco puede utilizarlo abiertamente, dado que para obtener el dictamen Francos prometió que el oficialismo no retocar las modificaciones que se introdujeron en el debate en comisión. “La intención es que, cuando vuelva a Diputados, se vote en el Senado, pero veremos qué sale finalmente”, explican.

Mientras negocian el voto de los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia, con quienes podrían llegar a 38 votos, el Gobierno no descarta que Lousteau vote a favor de la ley en general, más allá de las versiones de acercamiento con los K y de lo cual se supone que varios artículos serán rechazados. “Sería muy extraño que lo dejaran nuevamente votando solo y diferente a su propio partido”, es el razonamiento, que recuerda que el senador bonaerense quedó aislado de su propio bloque cuando votó en contra del megaDNU 70/23.

 
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