Warren Buffett, el mítico inversor conocido como el Oráculo de Omaha, ha intensificado su apuesta por las letras del Tesoro estadounidense (T-bills), convirtiéndose en un actor clave en el mercado de deuda a corto plazo. A través de su conglomerado Berkshire Hathaway, Buffett posee actualmente el 3% del mercado de letras del Tesoro, con una Inversión total de 158.000 millones a cierre de marzo 2024, según afirma JPMorgan en un informe reciente. Esta importante participación supera a la de organismos internacionales, emisores de stablecoins, fondos mutuos del mercado monetario (FMM) extraterritoriales u otros fondos de inversión locales, según la entidad.
Buffett lleva meses apostando por la deuda estadounidense a corto plazo, mostrando su confianza en la fortaleza de la economía estadounidense. En medio de la incertidumbre económica global y la falta de oportunidades de inversión atractivas, el inversor ha optado por refugiarse en la estabilidad y rentabilidad favorable que ofrecen las letras del tesoro. De hecho, en la reunión anual de Berkshire señaló que estas condiciones podrían llevar a que su reserva de efectivo alcance los 200.000 millones de dólares a finales del segundo trimestre de 2024, una cantidad a la que sigue acercándose.
Este apetito de liquidez se produce en un contexto donde los tipos de interés de las ‘Bolas del Tesoro’ estadounidenses han mostrado una importante evolución: al 28 de mayo, los tipos medios de transacción a 1 mes, 3 meses y 6 meses eran del 5,41%, 5,47% y 5,50% respectivamente.
El ‘Oráculo de Omaha’ no sólo acumula efectivo, sino que también ha incrementado sus ventas de acciones en compañías cotizadas, lo que ha contribuido a alcanzar un nivel de liquidez récord en la historia de Berkshire Hathaway.
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