Don Bosco llevaba a menudo a los jóvenes a hacer caminatas y senderos naturales. Amaba la naturaleza y desde muy pequeño trabajó en la granja. Jesús y su Madre Auxiliadora le hablaron en sueños utilizando diferentes animales de la naturaleza.
Vemos una profunda conexión con la naturaleza y la creación en todas sus obras, desde cuidar a niños pobres hasta llevarlos a paseos por la naturaleza y pasar tiempo al aire libre. Don Bosco entendió que no somos sólo parte de la creación, sino que somos uno con el Creador y la creación.
¿Cómo entonces podemos avanzar en ese camino, sabiendo que todas las cosas creadas provienen de Dios y deben regresar a Él para Su alabanza, reverencia y servicio? Debemos valorar todos los dones y llevar gratitud en nuestro corazón por toda la creación de Dios y las cosas creadas que hemos recibido de su generosidad.
Ésta es la actitud que debemos tener en cada casa salesiana. Debemos pedir a nuestra querida Madre Auxiliadora que guíe nuestros esfuerzos para poder ofrecer todo nuestro trabajo a nuestro creador, quien nos ha concedido todas sus bendiciones.
Este es el sueño de Don Bosco Green Alliance y que abrazan todas las casas salesianas del mundo. Cada año, en todas las etapas escolares, en todos los ambientes y a lo largo de todo el curso, se vive la premisa del cuidado de la casa común. Porque, como propone el Centro Nacional Salesiano de Pastoral Juvenil, “El futuro no es desechable”.
Para entenderlo desde la experiencia de una joven scout, lee su testimonio sobre el cuidado de la Tierra en la Revista «En la Calle«: «Pertenecemos a la tierra».
