Washington, 4 jun (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó su nueva orden migratoria para restringir el asilo como contrapunto a las políticas de deportación masiva prometidas por el expresidente y candidato presidencial Donald Trump, asegurando que nunca “Demonizará” a los migrantes, al tiempo que promete trabajar con México como un “socio igualitario”.
“Vamos a seguir trabajando con nuestros vecinos mexicanos, en lugar de atacarlos, y construiremos una relación fuerte”, dijo el presidente en un discurso en la Casa Blanca para anunciar esta nueva orden ejecutiva, que entrará en vigor este martes. .
Biden prometió que seguirá colaborando con México como “un socio igualitario” y recordó que ayer habló por teléfono con la virtual ganadora de las elecciones del 2 de junio en México, Claudia Sheinbaum, quien será la primera mujer en gobernar el país.
Justo después del anuncio, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que hablará telefónicamente este martes con su homólogo estadounidense, aunque Biden no se refirió a esa conversación en sus declaraciones.
El líder estadounidense centró parte de su discurso en intentar distinguirse de Trump, su oponente para las elecciones de noviembre, que hace unos meses ordenó a sus compañeros republicanos en el Congreso votar en contra de un proyecto de ley negociado por ambos partidos y que incluía algunas de las disposiciones. lo anunció hoy mediante orden ejecutiva.
Nada más iniciar su discurso, Biden se refirió a esta decisión de los republicanos más trumpistas y la calificó de “movimiento político extremadamente cínico”.
El presidente argumentó que el bloqueo republicano no le había dejado “otra opción” que proclamar esta orden, que permitiría a las autoridades estadounidenses deportar a quienes no pasen estándares estrictos de asilo cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días.
Biden también aprovechó para defenderse de las fuertes críticas que la orden ha recibido por parte de algunos legisladores hispanos del Partido Demócrata y del ala más progresista (algunos incluso han comparado sus medidas con las de Trump en el pasado), y afirmó que cree que “la inmigración siempre ha sido un salvavidas en Estados Unidos”.
“Así que nunca demonizaré a los inmigrantes. Nunca me referiré a ellos como veneno en la sangre de nuestro país”, dijo, refiriéndose a Trump, quien ha declarado que están “envenenando la sangre del país”, haciéndose eco de las palabras utilizadas por Adolf Hitler.
“Nunca separaré a las familias de sus hijos en la frontera, nunca prohibiré que un grupo de personas entre al país por sus creencias religiosas”, añadió Biden, en alusión a más políticas implementadas por Trump para separar a las familias en la frontera o vetarlas. la entrada a Estados Unidos de nacionales de países de mayoría musulmana.
La orden de Biden llega a menos de seis meses de las elecciones, en las que la gestión de la migración se ha convertido en un tema central para los votantes, superando a la economía y la inflación, según una encuesta de la consultora Gallup publicada a finales de abril.
La campaña de Trump ya atacó el martes la medida de Biden y la calificó de “amnistía”, ya que establece “un número mínimo semanal de extranjeros ilegales a los que se permitirá la entrada al país y ampliará la elegibilidad para su fraudulento plan de inmigración”. asilo”. EFE
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